Robert Harvey, "el pintor de la memoria" a través de sus amigos

La Sociedad Económica de Amigos del País exhibe 21 cuadros del pintor, fallecido hace ocho años

Uno de los grandes óleos del pintor norteamericano que residió durante 30 años en Macharaviaya.
Uno de los grandes óleos del pintor norteamericano que residió durante 30 años en Macharaviaya.
R. Armas / Málaga

01 de junio 2012 - 05:00

"Pinto desde que tengo uso de razón. Estoy todo el día pintando. Desde que me levanto. Cuando cocino, pinto. Cuando me ducho, pinto. Hasta soñando hay veces que pinto. Hay cuadros que vienen solos y no sé por qué. Otros en cambio tardo años en resolverlos", así se expresaba Robert Harvey cuando quería argumentar su forma de entender y vivir el arte. Y así lo plasma en el vídeo que completa la serie de 21 obras que se pueden contemplar hasta el 15 de junio en la Sociedad Económica de Amigos del País, en el octavo aniversario del fallecimiento de este pintor norteamericano, vecino de Macharaviaya durante 30 años.

Nacido en Lexington (Carolina del Norte), Harvey, "que se consideraba algo cateto por no conocer Europa", partió hacia Tánger "y allí pudo conocer a toda la gente de la generación beat", recordaba ayer uno de sus amigos, perteneciente a una asociación de personas cercanas al pintor, creada para mantener vivo el recuerdo de una "de una capacidad humana increíble", comentaban sus más allegados, que han cedido para esta exposición la veintena de cuadros representativos de un arte que bebió por igual de los maestros del pop y del cine, otra de sus debilidades.

Robert Harvey: Pinturas refleja a través de lienzos de gran formato la querencia del pintor por el arte pop, "aunque a él no le gustaba que lo encasillaran", apuntaba otro de sus amigos. Como buen cinéfilo, le encantaba Fellini. "Entendía mucho más su fantasía que la de cualquier otro pintor", resumían sus amigos. A Harvey le gustaba fotografiarse con los actores y directores que admiraba, como Orson Welles o Marlon Brando. "De hecho su arte procedía de la fotografía, tenía una gran colección de imágenes de actores de los años 40", añadían.

Así el paisaje, la figura humana, la naturaleza muerta, y el realismo fotográfico impregnan los cuadros de esta exposición de rutilantes pinceladas, donde destaca la serie de Las Marías , féminas con sombreros rodeadas de naturaleza o espacios hogareños y, con incursiones en relieve de lápices o pájaros, en algunas piezas. "Él era un pintor de la memoria, conservaba fotografías de cuando tenía seis años y estaba con su abuela Katy, con la que se crío", detallaba ayer Mariluz Reguero, comisaria de esta muestra y amiga personal de Harvey.

En 1971 el artista se estableció de manera definitiva en Macharaviaya. "Decía que allí encontró su luz, que era su paraíso", recordaba Reguero. Previamente, estuvo un año viviendo de alquiler en Frigiliana. De los paisajes de la Axarquía, de la frondosidad de su naturaleza están impregnados muchos de los cuadros que conforman esta muestra. La mejor forma que tienes sus amigos de recordar a un artista, con don de gentes. "La soledad es un estado mental del que no participaba", comentan desde la asociación.

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