Beethoven inventa el Romanticismo en el Teatro Cervantes con 'Fidelio'
Temporada Lírica
Málaga abre su temporada lírica este fin de semana con una producción de la ópera del compositor alemán protagonizada por Berna Perles y César Gutiérrez, con la dirección musical de Manuel Hernández Silva y la dirección escénica de José Carlos Plaza
Málaga/No le tiembla el pulso (ni mucho menos) al director escénico José Carlos Plaza cuando sostiene que Fidelio constituye "el primer aliento del Romanticismo". Sin embargo, para que no falte la paradoja, el director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM), Manuel Hernández Silva, recuerda que el Beethoven que empezó a componer esta ópera en 1803 era todavía un compositor ajustado al molde del Clasicismo: el mismo que asume la difícil papeleta de mantener la capitalidad internacional de la lírica en Viena tras la muerte de Mozart, "al que hay que ver hacia adelante desde Haydn, no hacia atrás desde Wagner". En realidad, ambas afirmaciones hacen honor a la verdad sin incurrir en la contradicción gracias, en gran medida, a la calidad de puente entre épocas del compositor de Bonn: en la partitura, el Beethoven de Fidelio no es todavía el antecedente preclaro del Romanticismo, sino que mantiene la esencia propia del canon clásico; en lo dramático, no obstante, si bien es cierto que el autor asume como punto de partida todo un emblema del Clasicismo literario como la pieza teatral del francés Jean-Nicolas Bouilly Leonora o el amor conyugal (que ya había inspirado otras empresas líricas como la de Pierre Gaveaux de 1789 y la de Ferdinando Paër en 1804), su propuesta final conduce a la protagonista hacia una orilla bien distinta que nos permite interpretarla hoy como una pionera heroica del feminismo. La Leonora que se hace pasar por hombre para liberar de la tiránica prisión a su esposo pasa de ser "un arquetipo perfecto de señora de a una mujer con nombre propio que decide cumplir su voluntad hasta las últimas consecuencias en manos de Beethoven", como subraya Plaza. En cualquier caso, Fidelio fue la única ópera compuesta por Beethoven; y aunque hay varias razones que justifican su decisión, lo cierto es que la empresa, realizada por encargo a cuenta del barón Von Braun, no fue precisamente satisfactoria: el primer estreno, en 1804, se saldó con una versión fallida que gustó a muy pocos y, tras varias modificaciones, Beethoven logró al fin estrenar la versión definitiva en 1814, ahora sí con el beneplácito general aunque para entonces ya era demasiado tarde para el músico (aunque ésta es otra historia). De cualquier forma, esta definitiva versión de Fidelio es la que inaugura este viernes 1 y el domingo 3 (ambos días a las 19:00) la 31 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga con valores firmes y a la vez bien prometedores.
Y lo hace con una producción escénica ya estrenada en 2006 en el Teatro de la Maestranza de Sevilla (ciudad en la que tiene su ambientación Fidelio) y recuperada en 2017 en el mismo escenario bajo la dirección de José Carlos Plaza, referente decisivo del teatro español contemporáneo que decidió volver a implicarse en el montaje para su puesta de largo en Málaga. Sí es de rigurosa novedad la producción musical, bajo la batuta de Manuel Hernández Silva con la participación de la OFM y del Coro de Ópera de Málaga dirigido a su vez por Salvador Vázquez. En cuanto a las voces solistas, la soprano malagueña Berna Perles lidera en el papel de Leonora un reparto que completan el tenor César Gutiérrez, el bajo Tijl Favetys, la soprano Beatriz Díaz, el tenor Pablo García López, el barítono José Antonio López, el bajo Luis López y el tenor Jesús Gómez. Todos ellos, además del diseñador del vestuario, Pedro Moreno; y el ayudante de dirección, Gregor Acuña-Pohl, asistieron a la presentación de la ópera este miércoles en el mismo Teatro Cervantes, junto a su director, Juan Antonio Vigar; la concejal de Cultura, Noelia Losada; y la responsable de Artes Escénicas y Espacios Culturales de la Fundación Unicaja, Gema Domínguez. Vigar destacó la buena acogida de la propuesta al recordar que las entradas para las dos funciones programadas están ya prácticamente agotadas salvo algunas localidades escasas todavía disponibles en el Paraíso. Además, las invitaciones gratuitas distribuidas para el ensayo general abierto al público de este miércoles se despacharon en apenas diez minutos. El hambre de lírica en Málaga sigue siendo, pues, legendaria "y el Cervantes vuelve poco a poco a recuperar el lugar que le corresponde en al lírica nacional, un lugar que ocupó en su día y que por varios motivos perdió. Hoy ya sí podemos decir que volvemos a figurar en la primera línea de los teatros andaluces de lírica junto al Teatro de la Maestranza de Sevilla y el Villamarta de Jerez", afirmó Vigar.
Hernández Silva mostró especial agradecimiento al subrayar que este Fidelio entraña "mi última actuación en el foso del Cervantes como director titular de la OFM", precisamente en una temporada de abono de la orquesta dedicada a Beethoven en su 250 aniversario. Subrayó el maestro el carácter propio "de la estética del Clasicismo vienés" de la versión de 1814, la misma que podrá escuchar el público en Málaga, resuelta en una notable complejidad pero con una poderosa evocación dramática. Precisamente, José Carlos Plaza destacó que Fidelio, en su posición de antesala del Romanticismo, "representa, ante todo, un canto de esperanza ante los totalitarismos". Y no dudó el director en hacer una lectura en clave presente, "porque, aunque Beethoven la compusiera en el siglo XIX, nosotros la presentamos hoy. Fidelio se estrenó en un momento difícil para Europa ante el nacimiento de los primeros nacionalismos, y seguramente no hay cuestión de mayor actualidad hoy día. Por eso, Fidelio es una propuesta profundamente política, y así la ofrecemos al público: como un alegato a favor de la libertad y la solidaridad". Por su parte, Pedro Moreno apuntó algunas cuestiones interesantes sobre la puesta en escena al señalar que, desde el principio, José Carlos Plaza y él tenían clara "la opción de huir del naturalismo. Esta ópera transmite un mensaje que trasciende a cualquier época y aborda algunas cuestiones muy hondas de la condición humana respecto a la libertad y la opresión. Así que, por más que esté ambientada en Sevilla, lo que cuenta podría suceder perfectamente en cualquier ciudad. De modo que decidimos presentar un espacio atemporal, con una escenografía y un vestuario basados en los tonos propios del hierro oxidado e inspirados abiertamente en Chillida. El vestuario de los presos, por ejemplo, está degradado a base de óxidos, ceras y otros elementos. Después, en el momento de la liberación, toda esta tonalidad evoluciona hasta el blanco para reforzar ese mensaje de liberación".
Para Berna Perles, este Fidelio constituye un nuevo hito en su consolidación entre las primeras voces del panorama nacional de la lírica. En la presentación, la soprano malagueña afirmó sentirse "orgullosa" de poder defender a la Leonora de Beethoven, un papel que ha adoptado "desde la convicción de que el amor es el primer impulso que permite oponerse a la injusticia". El tenor colombiano César Gutiérrez compone a su vez un Florestán "que, más allá de ser un preso individual, es un símbolo de la opresión que han sufrido a lo largo de la Historia muchos pueblos de la Tierra bajo el yugo de la tiranía por defender la verdad y la honestidad. Ojalá esta ópera que presentamos pueda mover a reflexión al público sobre la vida y la libertad". El órdago está pues, sobre la mesa. Corresponde ahora al respetable emitir su dictamen.
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