Territorio Expansivo, el proyecto de mediación del MVA para propagar las artes escénicas
Con diversas acciones como Los Paseos del MVA, que hoy se clausura, pretenden llegar a un público más diverso y desde distintos ángulos
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Málaga/Las artes escénicas son mucho más que una obra de teatro sobre un escenario. Así lo conciben Asun Ayllón y Vanessa López, actrices y responsables de Territorio Expansivo, el proyecto de mediación en las artes escénicas que llevan a cabo en el Centro Cultural MVA de la Diputación de Málaga.
“Nuestra función consiste en hacer que los espectáculos que vienen al MVA tengan un impacto en la ciudad más allá de la función en sí, trabajar su dramaturgia, la temática, el género, los actores, conectar con colectivos de la ciudad, con artistas malagueños, con otros agentes y otros espacios”, explica Asun Ayllón.
Este viernes 24 de junio se clausura su última aventura, Los Paseos del MVA. La idea era conectar el centro con sus barrios colindantes. El mago Dani Danielo, la actriz y cantante La Pili y la actriz y autora teatral Alessandra García han recorrido tres zonas cercanas con uno de sus vecinos y han visitado distintos colectivos en los que han mostrado piezas propias y con los que han hablado de tú a tú de las artes escénicas. El cineasta Javier Gómez Bello ha grabado los paseos y ha recogido sus experiencias en un corto documental que se proyecta este viernes.
Se ha recorrido la Malagueta, Molinillo-Goleta y Cruz Verde, Lagunillas y Victoria para acabar, siempre, en el MVA. Esther Monleón, técnica de cultura del centro de la Diputación, ha recibido las visitas para mostrar el espacio y su forma de trabajar.
En sus paseos se han encontrado con el coro de jóvenes Carlos Álvarez, gestionado por la ONG Prodiversa en Lagunillas, con la Asociación La Coracha y la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz. Antonio Barrero, Manuel Martín y Carmen Díaz han sido los vecinos involucrados en la iniciativa.
“Pretendemos que el teatro salga del edificio concreto para, también, abrirlo a nuevos públicos, más diversos”, considera Asun. Explica la actriz y mediadora que llevan trabajando con el MVA desde 2017 y que realizan unas tres acciones al año. “Cada espectáculo nos sugiere cosas distintas y nos hace crear acciones diferentes”, indica.
Con El perro del hortelano juntaron a Paco Mir con Cristian Alcaraz, poeta, dramaturgo y director malagueño. “Fue una unión de artistas muy diferentes, de teatro clásico a otro muy contemporáneo, hicieran un encuentro y conectaran con 30 adolescentes del IES Pablo Picasso”, relata Ayllón. “Nos contamos mutuamente cómo vivimos las artes escénicas, qué es el teatro para cada uno de nosotros, trabajamos de forma horizontal y se trataron las relaciones de poder y amor, la identidad y orientación sexual, las redes sociales”, explica a modo de ejemplo.
Cuando ponen en conexión a artistas malagueños con otros que vienen de fuera, al talento local le piden la creación de un “residuo artístico” que luego comparten en sus páginas. “Nos gusta mucho la mezcla, hemos mezclado una peña de fútbol con adolescentes que hacían teatro para hablar del extremismo en las gradas o colectivos de personas mayores con alumnos de la ESAD”, dice la actriz, que quiere hacer el mapa de las artes escénicas cada vez “más expansivo”.
El trabajo, que lo empezaron con un tercer componente, Alberto Cortés, fue elegido el pasado año para entrar en el proyecto Ornitorrinco de la red Escena de teatro públicos. “Hemos estado un año formándonos, dándonos visibilidad, encontrándonos con otros proyectos y siendo tutorizados y esto nos ha dado mucho impulso, tanto a nosotras como al MVA”. El centro, de hecho, tiene en marcha otro proyecto de mediación de Deplano Teatro.
“La mediación debería de estar incluida en todos los teatros de Málaga. Una programación teatral si no traspasa los muros del propio teatro, si siempre atrae al mismo público, si no se mete en la parte de la transformación social y no vuelve a la calle, a la comunidad, empieza a estar muy vacía”, estima Ayllón.
“Creo que hay que pensar en las maneras en las que podemos movilizar al público o ir fuera para llegar a ellos… y de una manera diferente, no de forma pasiva en la butaca… Hablar sobre el tema que trata la obra, de cómo se ha creado el espectáculo, del oficio… Enseñar que hay futuro y presente, que el teatro es una tarea colectiva y comunitaria”, agrega.
Poner la vida dentro de las artes escénica, desterrar el aislamiento, poder contactar con colectivos, bajar del escenario y conectar con el otro a un mismo nivel. Esos son algunos de los propósitos de Territorio Expansivo en el MVA. “Creo que está muy bien que nos miremos cara a cara, poder vernos y crear juntos. Todos tenemos poder y capacidad de creación estando juntos, yo creo en la contaminación del hecho escénico, en impregnarnos de las artes escénicas”, concluye la actriz y mediadora.
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