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Las Variaciones Lorca

El CAL exhibe ocho obras que el artista danés Lars Physant realizó para una edición bilingüe de 'Ferias', del poeta granadino, traducida por Klaus Rifbjerg

Ian Gibson, Lars Physant y Juan José Téllez, ayer, en la inauguración en el CAL de las 'Geometrías del alma'.
Pablo Bujalance Málaga

22 de octubre 2014 - 05:00

Sentado en la tribuna del Centro Andaluz de las Letras (CAL), el hispanista irlandés Ian Gibson cuenta una historia: "Federico García Lorca llegó a Madrid en 1921 y allí conoció el ultraísmo. Sucumbió enseguida. Entabló amistado con Ramón Gómez de la Serna y, gracias sobre todo a la influencia de Guillermo de Torre, que entonces apenas tenía 20 años, se metió de lleno en la onda vanguardista. Comenzó a escribir poemas a partir de estructuras a las que llamó suites, porque eran series que constituían variaciones sobre un tema. Uno de ellos se llamó Ferias, y representaba, con el lenguaje propio del ultraísmo, las ferias populares andaluzas. En el verano de aquel año Lorca anunció la publicación de Ferias, pero el libro nunca vio la luz: sólo aparecieron un par de poemas en algunas revistas. El granadino, que era tan generoso, regaló el manuscrito diez años después, en abril de 1931, pocos días antes de la proclamación de la Segunda República, a la hispanista francesa Mathilde Pomés. Cuarenta años después de la muerte de Lorca se publicaron las Suites de manera incompleta, ya que sólo se incluían en aquella edición dos poemas de los trece que componen Ferias. Finalmente, el represaliado español Ramón Soley encontró el manuscrito de Ferias en una subasta en París y su hallazgo permitió abordar la edición completa. Es una obra muy importante, porque es el único poemario de Lorca cuya estructura aspira a representar el ciclo de la vida al completo y porque fue el último que Federico compuso antes de conocer a Falla. Al año siguiente, en 1922, ambos organizaron el histórico Concurso de Cante Jondo en Granada".

La historia continúa así: hace unos años, el poeta danés Klaus Rifbjerg, el más traducido en su lengua, que había descubierto la poesía de Lorca como un acontecimiento fundacional en su trayectoria literaria, vertió en su idioma las Ferias de Federico. Y tanto el traductor como la editorial danesa destinada a publicar la obra en versión bilingüe, Gyldendal, encargaron al artista Lars Physant, especialmente vinculado con Andalucía y la Costa del Sol, la ilustración del volumen. Pero Physant, asombrado igualmente ante la poderosa evocación simbólica de aquellos versos, decidió ir más allá de la mera ilustración y realizó un total de 28 obras relacionadas con las Ferias, en un proyecto que adquirió rango propio con el título Geometrías del alma. La sede malagueña del Centro Andaluz de las Letras inauguró ayer una exposición con ocho de estas obras, y en la presentación estuvieron presentes el director del CAL, Juan José Téllez; el artista, Lars Physant; y el lorquiano de pro Ian Gibson, que aprovechó para anunciar su inmediato traslado a Málaga, donde se instalará de forma permanente ("Málaga es la ciudad andaluza que más amó Federico. Así está documentado. Cuentan que a menudo decía: 'Cuando llego a Málaga, Dioniso me está esperando'. Y seguramente encontraba aquí un ambiente más libre y relajado que en Granada y otras ciudades", afirmó ayer Gibson al respecto).

Lars Physant es uno de los artistas contemporáneos de mayor proyección de Dinamarca (el CAC de Mijas acoge hasta el próximo día 30 su exposición Realismo Multiversal. Geometrías del Viento, otro proyecto de aproximación a la literatura compartido con el poeta Carles Duarte). Sus piezas realizadas para Ferias, de una geometría repleta de color y de una sugerente poética, recrean los símbolos puestos en juego por Federico en sus versos (desde las indumentarias, las miradas y los ambientes hasta el corazón atravesado de estrellas y la posición recurrente de la Osa Mayor) de manera libre. A menudo cita Physant el trabajo de Peter Greenaway en el ámbito de la videocreación como una de sus influencias más notorias (de hecho, Physant compartirá con Greenaway, a quien se refiere como "un cineasta con corazón de pintor", una exposición en Copenhage a partir de mayo de 2017), y lo cierto es que el tanteo entre estructura y desestructura, entre la representación casi arquitectónica de la realidad y la negación de la misma, resulta fundamental en su narratividad plástica. Physant da cuenta, en este sentido, de las fuentes que barajó para sus Geometrías del alma: "Por una parte me inspiré en la misma poesía de Lorca, claro, y en la biografía del poeta que escribió Ian Gibson. Esta última fue decisiva porque desde el principio asumí el reto como un viaje hacia la propia vida de Lorca. La obra del granadino está llena de premoniciones sobre lo que habría de sucederle, y algunas se cumplen con una fidelidad estremecedora. Yo he querido representar eso favoreciendo con estas obras una percepción unitaria y, al mismo tiempo, fragmentada".

Pero una gran fuente de inspiración para Physant fue también la música, y de manera reveladora. El artista danés hace mención al flamenco, pero se detiene, CD en mano, en uno de los grandes milagros de la historia de la música: la interpretación de las Variaciones Goldberg de Bach que hizo Glenn Gould. Y lo explica de esta manera: "Gould sigue lo que yo llamo un método sintético de interpretación. Las Variaciones están ahí, cada una con sus melodías y armonías, pero Gould las asume de manera unitaria: toma un fragmento de una variación, otro de otra, otro de otra, y va creando su discurso a base de ladrillos que va extrayendo de la materia prima. Es así como consigue algo asombroso: unir lo más enorme con lo más cotidiano, sin mermar ninguno de los dos. Pues bien, lo que yo hago es justamente eso. Por ejemplo, pongo la Osa Mayor que menciona Lorca en el corazón atravesado de estrellas, pero también en otros paisajes de las Ferias. Creo que el resultado representa muy bien lo que pretendió el granadino".

Geometrías del alma podrá verse en la sede del CAL (C/ Álamos, 24) también hasta el 30 de octubre, como expresión fidedigna de todo lo que Federico García Lorca dice y tiene, todavía, que decir.

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