Antonino García, cantante malagueño: "La música es compartir, no competir"
El artista trabaja en su nuevo EP, Vorágine, su proyecto "más ambicioso"
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La música para muchos es un refugio y una manera de vivir la vida, de entender el mundo. Para otros, además, un reto al que enfrentarse para crecer. Con 24 años, el cantautor malagueño Antonino García combina géneros como el flamenco, el funk brasileño, el pop e incluso algo de reguetón, creando un universo musical que define como una "vorágine de emociones y sonidos". Su próximo EP, titulado precisamente Vorágine, verá la luz en enero de 2025 y promete ser una experiencia musical y un "viaje emocional". Todo ello a través de un estilo tan ecléctico como su personalidad, tal y como confirma en una entrevista con este periódico.
Para él, el término "cantautor" se asocia a un estilo más clásico que no encaja con su visión artística. "Lo mío es una mezcla constante, por ejemplo, en mi próximo EP hay funk brasileño, flamenco y trap porque me gusta explorar, jugar con los ritmos y no quedarme en un solo lugar", cuenta. Vorágine es el proyecto "más ambicioso" del malagueño hasta la fecha. Consta de cuatro canciones interconectadas que abordan temas como la muerte, el amor y la religión reinterpretada desde una perspectiva creativa. "La tercera canción, que da título al EP, es como un torbellino en el mar, algo que lo absorbe todo, y ee torbellino simboliza mi vida, mis emociones y mi música", explica.
Cada canción tiene un significado único: "Una es el hijo, la segunda es el padre y la otra dos serían el Espíritu Santo". El segundo tema empieza como una balada, pero a mitad de este "entra un espíritu oscuro que lo transforma todo" y al final, la canción regresa a su forma inicial, como si "hubiera superado esa oscuridad". "Es una forma de jugar con las emociones, de llevar al oyente a través de una narrativa", sostiene. Casa del herrero, el nombre del sencillo, mezcla el flamenco, el trap y el funk brasileño. "Es una canción que habla de odio, y en ella se mezclan muchas cosas, como la culpabilidad, mi yo más oscuro le echa todas las culpas, habla de una pelea entre esa persona y el personaje de Aid, el primer single, por eso dice 'o nos matamos o me matas tú primero'", relata.
El videoclip parece rodado en Japón, ya que aparecen samuráis y el arte de las katanas: "Estuve una semana intensiva entrenando iaidō, que es una modalidad de desenvainado y el envainado de la katana, como lo hacían los samuráis". El joven artista indica que "todavía queda la tercera parte" que, según él, es la mejor. La cuarta parte, es decir, el cuarto tema que compone el EP, es con la que concluye todo: "Es como cuando estás viendo ya el final en la puesta de sol y ves que ya se está acabando la película y se apaga y aparecen los créditos, pues la cuarta canción es justamente eso".
Uno de los aspectos más destacados de la carrera de Antonino García es su dedicación a los videoclips, que considera una extensión de su música: "Me encanta el cine, y eso se nota en mis videoclips, no son simplemente imágenes de mí cantando frente a la cámara; intento que sean pequeñas películas". En su último videoclip, Casa del Herrero, Antonino llevó esa visión al extremo. "Hay una escena en la que me tiran una flecha real desde 30 metros, y pasa justo al lado de mi cabeza, fue emocionante ver cómo todo lo que tenía en mi mente se materializaba en el vídeo, es un trabajo que me llena de orgullo", confiesa.
Su formación en arte dramático -en la ESAD- ha sido clave para lograr esta calidad visual. "Gracias a lo que aprendí en arte dramático y en mis estudios de cine, sé cómo actuar frente a la cámara, cómo transmitir emociones y cómo montar una escena que conecte con la audiencia", explica. Aunque ha participado en musicales, como el de la familia Addams, se decanta por su carrera musical: "No son cosas compatibles, o bien te dedicas a tu carrera como cantante, o te tienes que centrar al 100% a los musicales, y a mí me gusta mucho más hacer mi propia música".
El reto del artista independiente
Como artista independiente, el joven de 24 años se enfrenta a desafíos constantes, desde la autoproducción de su música hasta la promoción de sus canciones, discos o EP. "Yo hago casi todo porque compongo, produzco, escribo guiones para los videoclips... Es un trabajo enorme, pero muy gratificante y, además, creo mucho en lo que hago y eso me da fuerzas para seguir adelante", asegura. Aunque reconoce que llegar al público no siempre es fácil: "Hoy en día hay un bombardeo constante de información y conseguir que alguien escuche tus canciones es un reto porque la pelea no es solo con la música, sino con todo lo que viene después, es decir, el marketing y la promoción, pero lo importante es no rendirse".
Cuando se trata de influencias, Antonino es claro: sus referentes cambian constantemente. "Siempre he admirado a Juan Luis Guerra, pero últimamente también me inspiro en artistas como Rauw Alejandro, no quiero parecerme a ellos, pero sí me gustaría hacer shows tan completos como los suyos, con bailarines, vestuarios y una experiencia que vaya más allá de la música", dice. Además, sueña con colaborar con artistas de diversos estilos como Diana Navarro o Pablo Alborán, entre una larga lista de "sueños imposibles". También se suman a la lista el malagueño Desmelenao y el sanluqueño Curro. "Para mí, la música no es competir, es compartir; creo que trabajar con otros artistas enriquece enormemente", defiende.
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