Los chicos de ‘Company’ y el sueño que continuarán más allá del Teatro del Soho
El 3 de abril se despedirán de Málaga tras cinco meses en cartel dirigidos por Antonio Banderas
Ellos aportan miradas diversas sobre las relaciones humanas o el miedo al compromiso
Málaga/Una hora y media antes de la función, el elenco de Company llega al Teatro del Soho Caixabank para hacer calentamiento vocal. Maquillaje, vestuario y peluquería llega después. Con más de 70 funciones hechas, todas ellas con Antonio Banderas como protagonista, es su rutina habitual. Llevan cuatro meses en cartel y todavía les queda uno. El 3 de abril se despedirán de Málaga.
Por el momento han jugado en casa y el público ha acabado de pie y rendido en aplausos cada noche. Banderas ha tenido mucho que ver en eso, pero no ha estado solo. Junto a las actrices, los actores Roger Berruezo, Albert Bolea, Carlos Seguí, Rubén Yuste y Paco Morales lo han arropado en el escenario. Ellos aportan miradas diversas sobre las relaciones humanas, el miedo al compromiso, el amor, la amistad y la vida en pareja.
“Desde el primer día el trato ha sido maravilloso y la experiencia de trabajar con Antonio Banderas increíble, es tan cercano que pierdes la perspectiva de quién es realmente”, dice Roger Berruezo. A veces, comentan, horas después de ensayar con ellos lo veían en el Festival de San Sebastián o tenía que ausentarse para ir al rodaje de Indiana Jones.
“Dentro de unas directrices que tenía perfectamente claras en su cabeza, Antonio nos ha dado bastante libertad, nos dejó fluir”, agrega Carlos Seguí, que destaca el esfuerzo del Teatro del Soho por tener toda la escenografía montada antes de iniciar los ensayos. “Así pudimos llevar todo mucho más afinado”, añade.
Company, escrita por Stephen Sondheim en los años 70, “es una obra concebida para Bobby y las mujeres, nosotros, los personajes masculinos, los acompañamos y estamos a su servicio, lo que no le resta importancia a estos papeles”, explica Rubén Yuste.
Sobre todo, aclara, porque las diferentes parejas conforman un amplio abanico de realidades por las que transita Bobby como un observador privilegiado. Y con él, el público. “Aportamos una variedad bastante extensa y Bobby es un espectador de lo que va pasando entre sus amigos”, dice Yuste.
La mayoría del elenco ya se habían cruzado en otros espectáculos. Y Albert Bolea y Paco Morales participaron en los talleres previos para testar el funcionamiento de la obra antes de iniciar el proyecto. “Aquí se ha juntado la flor y nata del teatro musical”, destaca Berruezo. Además de las tablas que ya traía consigo todo el equipo artístico, “hemos podido pasar una decena de veces la obra entera antes de hacerla con público, teníamos ya un recorrido grande, ha sido un trabajo muy elaborado”, comenta Albert Bolea.
Y eso les ha permitido apropiarse completamente de sus personajes y soltarse con ellos. “Después de tanto tiempo, ahora estamos entrando en esa zona de peligro en la que podrías caer en robotizar al personaje y que pierda vida, por eso hay que buscar alternativas, caminos nuevos para que no pierda su frescura”, considera Bolea.
Los que estuvieron en A Chorus Line esperaban una respuesta similar por parte del público. Para el resto, ha sido una sorpresa. “Es la primera vez que una obra dura tanto en cartel aquí en Málaga y con un teatro lleno, incluso después de las navidades”, apunta Yuste. “Es un público muy entregado, muy efusivo, le dicen cosas a Antonio desde el patio de butacas”, agrega.
Tras lo duro del confinamiento y en mitad de la pandemia, el proyecto de Company les ha caído como “el premio gordo de la lotería”, dice Paco Morales. “Después de tanto tiempo de secano, retomar la actividad en un grupo de élite como este ha sido increíble”, sostiene. Y destaca no solo el nivel profesional de todo el elenco, sino también “una calidez y una calidad humana inconmensurable”. “Todos los días me llevo mucho con el trabajo en el escenario y con la convivencia en el grupo”, añade Morales.
Todavía no lo tienen cerrado del todo y no quieren desvelar fechas, pero Company, al igual que ha hecho el montaje anterior del Teatro del Soho Caixabank, hará temporada en ciudades como Barcelona y Madrid y se irá de gira. “Antonio no quiere que Company muera aquí, espera que se mueva y se vea fuera”, afirman los actores.
La obra saldrá de la mano de Banderas, suya seguirá siendo la dirección y la producción, pero no estará él sobre el escenario. “Está claro que va a ser otra función diferente, pero creemos que la respuesta será buena porque es un musical de Sondheim, es un título que los aficionados quieren ver y ésta es la primera vez que se hace en castellano”, apunta Yuste.
“Es un musical de culto que este montaje ha popularizado y ha conseguido que llegue a más gente”, detalla Seguí. “Es una obra muy de texto, tiene mucho de teatro y todo gira en función de la historia”, destaca el actor, al tiempo que la considera “una propuesta tan sólida y potente, que el engranaje va a seguir funcionando”. También porque desde la escenografía a la música en directo, la propuesta coreográfica y el elenco hacen de esta obra un musical “que se podía estar viendo en Londres o en Broadway”, dicen.
A Seguí le costó cogerle el truco a la plataforma giratoria y, para todos, la obertura ha sido la parte más difícil de la obra. Aunque hace mucho que la hicieron suya en el escenario malagueño y les va a costar despedirse. Desde que empezaron los ensayos en septiembre, han sido “seis meses muy intensos”. Se llevan una “experiencia inolvidable” y la seguridad de haber formado su particular familia artística.
Pero aún no han dicho adiós. Les queda mecha suficiente para afrontar las próximas semanas. Y tiempo para seguir seduciendo al público que todavía no la haya visto. Un consejo, no se la pierdan.
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