El concierto de Robbie Williams en Málaga, un repaso a sus tres décadas en la música

El artista regresó a la capital de la Costa del Sol para actuar en la inauguración del nuevo crucero de Tui

Bautismo crucerista en el puerto de Málaga a ritmo de Robbie Williams

Robbie Williams en un momento del concierto.
Robbie Williams en un momento del concierto. / M. G.

"Me llamo Robbie Williams y esta es mi banda", así ha comenzado el concierto del cantante británico Robbie Williams en Málaga, que ha hecho un amplio repaso a sus tres décadas en la música.

El artista ha regresado a la capital de la Costa del Sol para actuar en la inauguración del nuevo crucero de Tui, el Mein Schiff Relax, y desde el primer momento se ha echado al público en el bolsillo.

Ha bromeado, ha cantado, ha bailado y ha coqueteado con algunas de las féminas que se encontraban en las primeras filas, demostrando que se sentía en el escenario como pez en el agua y que sigue siendo todo un galán.

Robbie Williams durante su actuación en el puerto de Málaga.
Robbie Williams durante su actuación en el puerto de Málaga.

Pasados unos minutos de las 20:30 del miércoles, las tres pantallas gigantes del escenario instalado en el puerto de Málaga han comenzado a mostrar imágenes del británico, anuncio inequívoco de que el espectáculo estaba a punto de comenzar y en el acceso a la zona de cruceros -convertido por unas horas en auditorio al aire libre- se han escuchado los primeros aplausos.

Las puertas habían abierto con rigurosa puntualidad a las 18:00 de la tarde y el público, que poco a poco había ido tomando posiciones frente al escenario para ver a sus ídolo, rugió enfervorecido cuando Williams -con pantalón y chaqueta blanca- ha salido de entre bambalinas y ha saludado.

El británico, catapultado a la fama en los noventa con el grupo Take That que abandonaría seis años después para iniciar su carrera en solitario, ha interpretado algunas de sus canciones más populares, entre ellas, Angels, Feel, Let Me Entertair You o She is the one.

En la explanada del puerto -donde se habían congregado varios cientos de personas, entre ellos un nutrido grupo de cruceristas alemanes- había muchos deseos de pasarlo bien y de disfrutar de la noche malagueña.

Sobre las tablas Robbie Williams, recordando que fue un sex simbol -muchos dirían que a sus 51 años sigue siendolo aún- y bajo ellas, el optimismo y las ganas de fiesta más que palpables de los presentes.

El británico lo ha visto claro desde el principio y se ha entregado a la causa, arropado por los aplausos de un público muy agradecido y que le ha reído los chistes, con un estilo muy británico.

Tras la actuación de Williams, se llevó a cabo la ceremonia de bautizo del nuevo crucero, rotura de botella incluida, y fuegos artificiales.

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