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More Sweetly Play the Dance es la obra invitada que acoge el Museo Picasso Málaga que se puede visitar desde el 21 de noviembre hasta el 27 de abril de 2025. Esta instalación videográfica es el trabajo del reconocido artista sudafricano William Kentridge, con la que los visitantes pueden sumergirse en una experiencia visual y sonora que, a través de casi cuarenta metros de proyecciones, entrelaza la danza, el arte y la historia. Mezcla vídeo, animación, dibujo, música y performance con un característico estilo monocromático. El autor muestra un desfile de figuras que evocan una procesión fúnebre, incluso macabra.
La pieza, que tiene una duración de 15 minutos, fue creada en 2015. En ella, Kentridge aborda temas universales como el desplazamiento, las guerras y las amenazas climáticas -como el ébola u otras enfermedades, la migración y problemas políticos-. Al mismo tiempo, esta obra celebra la capacidad que tiene el ser humano de encontrar belleza y esperanza en medio de la adversidad. "Es una obra que habla de la resiliencia a través del arte, una de las piezas que más me han emocionado nunca", ha indicado el director artístico del museo, Miguel López-Remiro. También ha señalado que "evoca una danza macabra medieval, pero Kentridge la transforma en una danza de resistencia y supervivencia”.
La procesión que desfila ante los ojos del público del Museo Picasso incluye músicos, bailarines, figuras religiosas y personajes simbólicos -como políticos, periodistas o enfermos- que avanzan con lentitud mientras suena una música melancólica y vibrante de fondo con ritmos sudafricanos y tintes de jazz. La instalación combina proyecciones en movimiento con una coreografía diseñada por la bailarina africana Dada Masilo y la música de la Immanuel Essemblies Brass Band. Esta obra es un recordatorio de las historias de los oprimidos, especialmente en el contexto del apartheid sudafricano, una temática recurrente en la obra del artista.
Según Kentridge, su objetivo con esta obra es explorar "la naturaleza cíclica de la historia y la capacidad humana para encontrar esperanza incluso en los momentos más oscuros". Según ha explicado, había una creencia en la Edad Media de que si llegaba la plaga y "seguías bailando, el avión saltaba sobre tu aldea y subía a la siguiente", así que "hay una sensación de resistencia a respirar contra la muerte también": "Para mí, esta es una parte importante del proyecto". También hace alusión a todas las personas desplazadas de las guerras en el Medio Oriente y en el Congo.
William Kentridge nació en Johannesburgo en 1955 y es uno de los artistas más influyentes del arte contemporáneo. Sus obras han sido exhibidas en instituciones como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Louvre de París y el Museo Reina Sofía de Madrid, junto al Guernica de Picasso. "Incorporar a alguien como Kentridge con la imagen de Picasso es significativo porque él habló del arte negro de Picasso y lo que significa el Guernica, esta exposición es otra forma de entender el arte, el drama, la pérdida y la muerte", ha destacado López-Remiro. Ambos artistas emplean el arte como herramienta para mostrar las realidades más duras, pero también para transmitir esperanza en medio de la tragedia.
Para Ana Vallés, representante de la Fundació Sorigué y propietaria de la pieza, esta exposición es un hito: "Inauguramos un proyecto muy interesante, William es un artista importantísimo porque engloba todos los valores que queremos compartir: reflexión, memoria, resistencia y humanidad". Por su parte, desde la Junta de Andalucía, José Vélez ha resaltado la importancia de esta exposición dentro de la programación cultural de la región. "El Museo Picasso es uno de los buques insignia de la cultura andaluza, ver estas imágenes hoy es mucho más emocionante porque muestran al ser humano sacando lo mejor de sí mismo, nuestra apuesta por la cultura en Málaga es evidente", ha declarado.
More Sweetly Play the Dance no solo es una obra de arte, sino una experiencia transformadora. Con la combinación de las imágenes, la música y el movimiento ininterrumpido, Kentridge invita al espectador a formar parte de una procesión que es un símbolo de la lucha, la resistencia y la esperanza humana. Una reflexión sobre los ciclos históricos y la resiliencia humana, lo efímero y lo trágico en los movimientos y las sombras. "Es un placer estar particularmente en el Museo Picasso Málaga", ha dicho William Kentridge en la presentación de su obra a través de un vídeo desde su estudio de Johannesburgo.
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