Encarni Navarro: "Es un orgullo llevar un trocito de Málaga hasta Madrid con mi zambombá"

La artista se embarca en una gira de espectáculos en los que garantiza una "auténtica fiesta"

Todo por el éxito: la obsesión y el sacrificio en 'Gypsy'

Encarni Navarro posa en la terraza del Hotel AC Málaga Palacio durante la entrevista / Javier Albiñana

Para muchas personas, la entrada del otoño significa que queda menos para unas fechas muy señaladas, que cada vez se adelantan más. En Málaga es típico empezar a prepararse para una tradición que conecta la esencia con el corazón de quienes disfrutan de la música de las raíces: la zambombá. Y en esta ocasión, la que pone cuerpo y alma para interpretarlo es Encarni Navarro (1972), artista malagueña que lleva las tradiciones y sus raíces en la sangre y lo comparte con el público. Presenta su gira navideña 2024 bajo el nombre de Zambombá: La flor de Málaga, en honor a su tierra. Con estos nuevos conciertos, se reafirma como un icono de las fiestas navideñas malagueñas, llevando la tradición de los corralones de Málaga a los escenarios. 

"La flor de Málaga va vinculado con el aceite en Málaga, es un proyecto empresarial que tenemos y creo que es algo muy potente y muy de aquí y que apuestan por la cultura", cuenta la cantante en una entrevista con este periódico. La historia de Navarro y su zambombá no empieza con ella subida a los escenarios de joven, sino en la intimidad de su casa, reunida con su familia en una Navidad tradicional, donde disfrutaba de su padre, su madre, su hermana y de mucha música y alegría. "Los villancicos estaban muy presentes en mi casa", recuerda Encarni Navarro, con una sonrisa que parece esconder mil y una anécdotas. Según comenta, es "Zambombá con acento en la A" porque es lo que le "inculcó" su padre de pequeña.

Esa infancia, teñida por la música y el amor de la familia, fue la semilla que años después ha florecido en lo que hoy es su zambombá. Su objetivo es mantener una tradición que, en la actualidad, con la tecnología y el mundo hiperconectado, corre el riesgo de perderse con los años. "Quiero transmitir que se valoren las tradiciones, que no se pierdan, que se valore el trabajo y, sobre todo, que seamos más solidarios los unos con los otros", dice. Para ello, adelanta que tiene preparada una "auténtica fiesta" en la que disfrutar de la compañía de los allí presentes con el espectáculo sobre el escenario, que tiene una duración de hora y media.

Con Sonia Camacho empezaron con la zambombá en los teatros, pero no es un concierto típico. Se trata de una experiencia que busca conectar emocionalmente con el público y crear un ambiente familiar, casi íntimo, en el que "todos acaben abrazándose y pasándoselo bien". Para conseguirlo, un grupo de alrededor de 14 personas se subirán a los escenarios para interpretar los villancicos más conocidos y otros nuevos que aún no puede adelantar. "También se puede comer y beber, como si fuera una fiesta, que realmente lo es", añade entre risas. La magia de la zambombá se mezcla con el espíritu navideño y las ganas de pasarlo bien cantando, comiendo y bebiendo, como los peces en el río.

"Cada actuación es distinta, depende de la energía del público; incluso a veces, si el ambiente lo pide, dejo de cantar y me pongo a hablar con las personas", confiesa. Navarro se deja llevar por lo que suceda en esos 90 minutos, pero sin perder el guion. Ya está ensayando de cara a la gira de conciertos y, sonriendo, admite que debería dedicarle más tiempo. De hecho, el equipo de músicos no se dedican a la música, sino que trabajan de otras cosas y se juntan para "armar este jaleo". Jaleo al que, como novedad de este año, se suma Adriana, una actriz que acompaña sobre el escenario para interpretar los temas e interactuar con los espectadores al son de la guitarra y de las palmas.

Este año, por primera vez, la zambombá de Encarni Navarro toma un nuevo rumbo. Después de varios años disfrutando en su tierra natal, la artista da el salto para enfrentarse a un nuevo reto: Madrid. El 17 de diciembre, el Teatro Nuevo Alcalá será testigo de esta zambombá que, aunque en esencia es malagueña, promete encandilar también al público de la capital del país. Y aunque para Encarni este paso representa un salto hacia lo desconocido, lo afronta con el mismo entusiasmo y amor por su tierra que la caracteriza: "Es un orgullo llevar un trocito de Málaga hasta allí". Para ella, no se trata solo de un espectáculo navideño más, sino de una oportunidad para mostrar al mundo lo que significa realmente la Navidad en su Málaga.

También tiene una cita importante en el Teatro Echegaray: el 13 de diciembre hará dos funciones -a las 18 y a las 20:30- con fines benéficos. Lo recaudado irá destinado para la investigación y la lucha contra el cáncer. Con un mes repleto de conciertos, la malagueña bromea con que la Navidad es su agosto. En su espectáculo busca la emoción y recuerda en un homenaje a quienes ya no están, pero que siguen presentes en cada nota, en cada letra de villancico que ella interpreta: "Es en honor a esas sillas que se quedan vacías, quiero recordar a los familiares que ya no están en esos días con cariño".

De hecho, se encarga de inculcárselo a los niños, que sepan y conozcan cuál es el verdadero espíritu navideño y que valoren a los que les rondean, que no lo vean como una época de regalos materiales y de luces, sino como algo que va más allá. Y lo hace a través de la música: la zambombá infantil busca acercar esta tradición tan arraigada a los más pequeños, haciéndolos partícipes de una experiencia interactiva en la que los villancicos, los dulces típicos de Sancho Melero y Obrador Tejeros y los instrumentos tradicionales, como la zambomba y la pandereta, crean un ambiente mágico.

Fechas de la gira 2024

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último