La ciudad en los ojos del periodismo instantáneo
Exposición en el Ateneo de Málaga
La Asociación Malagueña de Informadores Gráficos de Prensa se presenta con una exposición en el Ateneo
Málaga/Que la evolución del periodismo reciente no se entendería sin su elemento gráfico es una evidencia fuera de toda sospecha: es ahí, en el dardo lanzado a la retina, donde la información teje con más eficacia su red de significados e intenciones. Por más que la digitalización del sector haya facilitado los procesos, y por más que las instantáneas fluyan a la velocidad del vértigo en las redes sociales, de manera espontánea, sin necesidad de más discursos ni más mediaciones textuales, sino como un arrollador retrato de la realidad al que le sobran las palabras, la mecánica es, en el fondo, la misma desde que hablamos de reporterismo gráfico: el informador se vale de su cámara para atrapar el acontecimiento tal cual éste tiene lugar. Su mirada, lo sabemos, nunca es inocente: también el ángulo, la dirección y el objetivo responden a una construcción personal de esa misma realidad. Pero es ahí, exactamente, donde corresponde confiar en los profesionales; en las miradas que por su formación, experiencia y calidad contrastada ofrecen los valores más sólidos con tal de que la ciudadanía sienta como propias y veraces las imágenes publicadas. En este sentido, la responsabilidad social del reportero gráfico es enorme: su trabajo construye (con una eficacia muy superior a las palabras) el discurso que define a las ciudades y que de forma más sólida permanece como escritura histórica del presente. La mayor parte de las imágenes que guarda cualquiera en su cabeza de la ciudad que habita provienen del periodismo gráfico. No ha conocido la cultura una maquinaria tan poderosa desde el Renacimiento para armar la red de ideas que encierra la polis.
Dado así por hecho el rigor profesional como condición sine qua non para el ejercicio del oficio, las dificultades que comparten los medios de comunicación, en su particular crisis y en una evolución acelerada cuyo fin no se termina de vislumbrar, invitan a unir esfuerzos y a la confluencia de talentos. Si bien el del periodismo no es un ámbito muy dado a los impulsos colectivos, sorprendía, de alguna forma, que hasta ahora no hubiese existido en toda la historia del periodismo malagueño una asociación de reporteros gráficos. Pero ahora el relato cambia de rumbo: la recién constituida Asociación Malagueña de Informadores Gráficos de Prensa (Amigp) se presentó este viernes en la ciudad como agrupación que reúne a buena parte de los profesionales en el ámbito local en la asunción de retos comunes y la suma de esfuerzos ante los desafíos compartidos. Y lo hizo, como corresponde, con una exposición, Málaga en el siglo XXI, que recoge una treintena de imágenes a modo de testimonio veraz y significativo de la asombrosa metamorfosis urbanística, social y cultural que ha afectado a la ciudad en las últimas dos décadas. La muestra se inauguró en el Espacio Frank Rebajesdel Ateneo de Málaga (C/ Compañía, 2), donde podrá verse hasta el 16 de octubre con la colaboración de la Universidad de Málaga. El visitante encontrará una ciudad servida a pie de calle, en la mirada del reportero dispuesto a hacerse con la realidad justo en la medida en que la misma se manifiesta. Entre las instantáneas se dan cita la sorpresa, lo inesperado, la tragedia, la esperanza, la superación, el desánimo y la proyección de futuro: exactamente los ingredientes con los que Málaga trenza su día a día.
Daniel Pérez, Pepe Ortega, Álvaro Cabrera, Marilú Báez, Javier Albiñana, Ñito Salas, Jorge Zapata, Pedro J. Quero, Carlos Criado, Alex Zea, Carlos Díaz, Koke Pérez, Migue Fernández, Hugo Cortés, María Jesús Flores, Carlos Guerrero, Francis Silva y Jesús Mérida son los fotógrafos miembros de la Amigp que participan en la exposición. Todos son profesionales de los medios de comunicación de Málaga. Son los primeros que hacen acto de presencia en el Puerto cuando llega el barco de Salvamento Marítimo con los rescatados tras el naufragio de una patera, los que buscan concienzudamente el gesto clave de la derrota o de la victoria en un partido de fútbol, los que ponen todo de su parte para inmortalizar el momento con el que será recordado un concierto o una representación de ópera, los que acuden a encontrarse con los primeros turistas de cada temporada, los que dan buena cuenta del problema de las terrazas en el Centro y de la convivencia con los vecinos, los que en los últimos meses han buscado las mil y una historias que, entre mascarillas, hospitales, negocios idos a pique, las calles vacías por el confinamiento y los aplausos a los sanitarios, han sustentado el relato de la epidemia de coronavirus en Málaga. Todos estuvieron presentes en la inauguración de la exposición este viernes, en un acto que contó con la presentación del periodista Guillermo Busutil y con la participación de la presidenta del Ateneo, Victoria Abón; la vicerrectora de Cultura de la UMA, Tecla Lumbreras; y de la concejal de Cultura, Noelia Losada. Especialmente emotiva fue la entrega de la distinción de socio de honor a Rafael Díaz, el veterano reportero gráfico que, a través de décadas de oficio en la Agencia Efe, con una trayectoria ampliamente reconocida, ejerce de proverbial decano e inspirador a todos los fotoperiodistas malagueños en ejercicio.
La epidemia del coronavirus protagoniza buena parte de las imágenes reunidas en la muestra, pero el visitante también encontrará testimonios de índole social, cultural, deportivo y de prácticamente todos los segmentos que se cruzan en el mundo periodístico. Algunas de estas imágenes, como la del carro de la compra cargado a rebosar de paquetes de rollos de papel higiénico pocos días después del decreto del Estado de Alarma, ocuparon portadas y llegaron a posicionarse en escaparates internacionales. Otras, en cambio, se conformaron con una vida más corta a tenor de la presión informativa del momento. En cualquier caso, todas ellas componen un mosaico esencial para entender la Málaga del presente. "Somos los ojos de lo que ocurre en Málaga. Los fotoperiodistas y videoperiodistas que formamos la Amigp estamos al servicio del periodismo y de la sociedad", sostiene la asociación como principio fundamental. Corresponde dar la enhorabuena a Málaga por tener a tales profesionales dispuestos a dar su testimonio más fidedigno. Aunque no siempre sea el que más guste.
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