Fallece Francisco Puche, fundador de Proteo, a los 81 años
Obituario
El librero ha ejercido una labor esencial en la vida cultural de Málaga en el último medio siglo, desde la clandestinidad hasta el reconocimiento unánime del sector
Málaga/El año 2021 quedará sin remedio grabado en la historia de la librería Proteo por la coyuntura impuesta a sus responsables para la superación de la tragedia: sólo dos meses después del incendio que devastó el establecimiento, el centro despide a su fundador, Francisco Puche, fallecido este viernes a los 81 años según confirmó el director de Proteo, Jesús Otaola. Eso sí, con Puche no se va sólo un librero, sino un agente decisivo en la historia reciente de Málaga y en su articulación y reconocimiento como ciudad cultural. Su aportación al propio sector del libro a nivel nacional ha sido, igualmente, de carácter fundacional. La muerte de Puche, quien llevaba ya varios años retirado en una lucha distinta, se produce sólo un día después del anuncio del concierto benéfico que acogerá el Teatro Cervantes el próximo día 28 para la rehabilitación de Proteo, una cita que revestirá, dadas las circunstancias, un carácter aún más conmovedor.
Puche fundó la librería Proteo en Málaga en 1969 bajo la determinación de convertirla en un refugio y un verdadero pulmón para la cultura en pleno franquismo. Así, mientras que de manera abierta se vendían de cara al público los libros que la dictadura permitía, en la más discreta clandestinidad se distribuían los desautorizados, la literatura perseguida y silenciada, por la que Puche asumió riesgos mucho más allá de lo que correspondía a su oficio. En Proteo se fundaron partidos, se gestaron colectivos sociales y se impulsaron proyectos culturales que han definido en gran medida la evolución de Málaga en sus más diversas aristas. Puche amplió el campo de acción con Proteo y Prometeo hasta atesorar en la ciudad uno de los fondos bibliográficos más ambiciosos en toda España, que hasta el fatal incendio de hace dos meses contaba con más de 100.000 volúmenes. "Si alguien quería o necesitaba un libro, Puche se lo garantizaba. Así de fácil", explica Otaola, quien recuerda el papel fundamental del librero en la puesta en marcha de la Feria del Libro de Málaga hace ahora cincuenta años: "Sin él, Málaga habría sido una ciudad distinta. No sé si mejor o peor, pero sí distinta".
Pero este impulso renovador no se limitó al contexto malagueño. Subraya Otaola que los estatutos actuales de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) siguen siendo esencialmente los mismos que Puche promovió hace 52 años: "Cada vez que nos reunimos en la Confederación sale algún librero que me recuerda que en España, antes de Puche, en nuestro sector no había nada. Sólo el régimen". La labor del librero entendida como un apostolado social que nuestro hombre cultivó en Málaga sin descanso tuvo así su particular contaminación a nivel nacional. En 2017, la CEGAL brindó su particular gesto con la concesión del Premio Nacional a la mejor Librería Cultural a Proteo, lo que se tradujo, de nuevo, en el reconocimiento general del mundo del libro.
Respecto a la superación de la tragedia, Otaola lo tiene igual de claro: "Lo único que podemos hacer ahora es seguir trabajando y llevando adelante el proyecto tal y como él nos enseñó. Su legado es bien visible y está a disposición de todo el mundo. Si hasta ahora hemos tenido motivos de sobra para trabajar en la rehabilitación de la librería, el mandato es hoy mucho mayor". La deuda de Málaga con Francisco Puche sigue siendo, en cualquier caso, notable. Corresponde, por tanto, estar a la altura.
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