La (gran) saga continúa

Jazz

El neoyorquino John Zorn publica un vibrante tercer disco a la cabeza de su New Masada Quartet.

La gloria de los Farrucos.

John Zorn y el New Masada Quartet.
Salvador Catalán

15 de diciembre 2024 - 06:29

La ficha

New Masada Quartet. Volume 3. John Zorn. Tzadik, 2024. John Zorn: saxo alto. Julian Lage: guitarra / Jorge Roeder: contrabajo / Kenny Wollesen: batería.

Personaje poliédrico y fecundo, John Zorn (Nueva York, 1953) era definido por Javier Díez Ena en el prólogo del valioso Universo John Zorn (Libritos Jenkins, 2020) de Óscar Alarcia como “una de las mayores dinamos de vanguardia del último tercio del siglo XX”. Propietario de un territorio de profundo calado conceptual, capo de su propia discográfica Tzadik, brillante saxofonista, imaginativo compositor y controvertido activista, sus numerosos proyectos han desembocado en centenares de discos en los que su sello se concreta de forma inconfundible. Un, en definitiva, imponente descubridor, capaz de desbordar moldes y etiquetas, de encauzar su creatividad a través de múltiples proyectos y al que solo cabe achacarle, si acaso, una productividad inabarcable.

Entre las muchas empresas que llevan su firma, Masada disfruta de una posición privilegiada. Forjado en 1993 con la intención de indagar en su propia identidad étnica, su música buscaba “unir a Ornette Coleman con las escalas judías” de la mano de una heterodoxa lectura de la tradición klezmer fusionada con jazz para “producir una especie de música judía radical”. El norteamericano tuvo que insistir en el carácter secular de su proyecto y distanciarlo de la ortodoxia judía a la vez que lo ramificaba (Masada String Trio, Masada Chamber Ensembles, Masada Quintet, Masada Guitars, Electric Masada,…), dando forma a un catálogo concretado en tres songbooks, 613 composiciones –el mismo número de mandamientos o mitzvot de la Torá– y docenas de álbumes. 

El cuarteto Masada –con su colosal saxo alto, la trompeta de Dave Douglas, el contrabajo de Greg Cohen y la batería del gran Joey Baron– se convirtió en el canal más popular y sus diez discos en estudio – agrupados en la imponente caja Masada - 30th Anniversary Edition (2023)–, sumados a sus arrebatadores directos –Nueva York, Taipei, Sevilla, Jerusalén…–, documentaron una impresionante trayectoria desplegada con brillantez entre 1995 y 1998.

Por ello, no debe extrañar que una oleada de aplausos recibiera en 2021 el retorno del cuarteto con el nombre de New Masada Quartet, aunque totalmente renovado en su formación: la guitarra de Julian Lage reemplazó a la trompeta de Douglas mientras que Jorge Roeder y Kenny Wollesen ocupaban los puestos de contrabajista y baterista respectivamente. Lo que no cambió ni un ápice fue el enfoque de una música que tomaba composiciones de su amplio catálogo para relanzarlas con análoga intensidad desde en distinto prisma. Un segundo volumen, también en estudio, abogó en 2023 por la continuidad de un proyecto que ahora se corrobora a través de un Volume 3 (Tzadik - Distrijazz; 2024) que lleva su seductora música al directo; en concreto, al escenario del neoyorquino Roulette, considerado por Zorn como su propia casa gracias al apoyo que su propietario, Jim Staley, prestara a sus “locas nuevas ideas” desde principios de la década de los ochenta del pasado siglo. A él y a su equipo está dedicado este apasionante set que enlaza en un solo corte seis composiciones del catálogo Masada con unos niveles de energía y belleza que pocos como Zorn saben combinar. Y es que el neoyorquino no da tregua, liderando sus desarrollos con un saxo que acaricia pero que también se exhibe punzante con sus habituales graznidos, dando espacio a las intervenciones de un Lage más arriesgado que en sus propios álbumes. Una pétrea sección rítmica remata una alineación imbatible que incrementa la colosal dimensión de un personaje irremplazable.  

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