La guerra no cambia nunca
'Guernica y otros desastres' muestra en la Casa Natal el sufrimiento de la población civil en los conflictos armados con obras de Picasso y Goya
Málaga/A pesar de los avances tecnológicos, en los conflictos armados -una desagradable constante en la historia de la humanidad- quien acaba pagando el precio más alto es siempre la población civil, porque la guerra no cambia nunca. De ello dan fe las obras de la exposición Guernica y otros desastres, en la que grabados de Callot, Goya y Picasso dialogan con otras piezas de Oteiza, Ballester y Arce, y muestran el sufrimiento de los no combatientes, en el marco del 80 aniversario del bombardeo de la ciudad vasca durante la contienda civil española.
La muestra fue inaugurada ayer en la sala de la Fundación Picasso Museo Casa Natal en la Plaza de la Merced, se podrá visitar hasta el 21 de enero, de 9:30 a 20:00 de martes a domingo, y es el eje central del XXX Octubre Picassiano, según informaron ayer en una rueda de prensa la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Gemma del Corral, y el comisario de la exposición y director de la Agencia pública para la gestión de la Casa Natal, José María Luna.
Los ochenta grabados de Francisco de Goya de su serie Los desastres de la guerra son, junto con la representación de El Guernica con el pintor y fotógrafo madrileño José Manuel Ballester, el hilo conductor de la exposición.
En los grabados de Goya, el artista representa las miserias que trajo consigo la Guerra de la Independencia española, de la que fue testigo y plasmó con aguatinta. Sin embargo, como recordó Luna, este pintor no fue pionero en representar un conflicto bélico -se lleva haciendo desde las cavernas y también hay ejemplos en el antiguo Egipto-, pero sí fue de los primeros en quitar la épica castrense para dar protagonismo a los principales afectados.
En este sentido, el dibujante y grabador francés Jacques Callot se adelantó a Goya en el siglo XVII al retratar las represalias contra los no combatientes, como pillajes, ahorcamientos y violaciones que se cometieron durante la invasión francesa de Lorena -región históricamente en disputa entre Francia y Alemania- en la Guerra de los Treinta Años. La muestra recoge 18 grabados de la serie Miserias y desgracias de la guerra.
Ya en la obra de Goya se aprecian precedentes -explicó Luna- de El Guernica de Picasso, como en uno de los grabados que muestra los efectos de un bombardeo de artillería sobre una casa, en la que los moradores aparecen destrozados en posturas imposibles similares al cuadro del pintor malagueño, que también enseña el resultado de las bombas, en este caso las lanzadas sobre la ciudad vasca por la Legión Cóndor alemana durante la Guerra Civil.
El famoso cuadro de Picasso aparece en la exposición reinterpretado a escala real por el pintor y fotógrafo madrileño José Manuel Ballester, que retira de la obra a los animales y las personas que aparecen en ella para centrarse en los espacios. La obra completa tendría el mismo tamaño que El Guernica, por lo que debido a la falta de espacio solo se pueden ver fragmentos de la misma, que son Vacíos del Guernica, Luz en el Guernica, y Naturaleza muerta II, precisó Luna.
Por su parte, el cántabro Javier Arce convierte el lienzo del artista malagueño en una fotocopia gigante del mismo, que otras veces ha sido expuesta como una bola de papel arrugada y en la muestra está a la vista ocupando toda la pared como si hubieran deshecho esta pelota. Titulada Guernica XL, serie estrujados, es una reflexión sobre el "rehuso" del cuadro, resaltó el comisario.
El guipuzcoano Jorge Oteiza toma también El Guernica como eje central de una serie de obras con bocetos, esculturas y medallones que dan visiones sobre el cuadro y el bombardeo en sí, detalló Luna.
Además de las reinterpretaciones del Guernica, Picasso ocupa un lugar en la exposición con tres grabados que el pintor desarrolló paralelamente durante 1937 en los que se aprecian figuras y formas que también usaría en su cuadro más famoso. Son dos de la serie Sueño y mentira de Franco y el aguafuerte Minotauro ciego guiando a una niña.
A pesar de la pesadumbre del horror de la guerra que se muestra en toda la exposición, esta acaba con un lienzo de Ballester en el que la luz que entra por una ventana simboliza la esperanza, resaltó Luna.
Por otro lado, con motivo de del aniversario de Picasso el 25 de octubre, la Casa Natal realiza una jornada de puertas abiertas gratuita. En ella se puede disfrutar hoy de visitas guiadas por sus salas de exposición desde las 12:00 a las 18:00, junto con actuaciones teatrales y musicales. En la primera planta tendrá lugar la actuación Esperando a Pablo, mientras que en el bajo un violín acompañará a los visitantes que contemplen las obras de la época azul y rosa del arista. Por último, en el salón de actos se representará las Coplas de las andanzas y venturas de Pablo Ruiz Picasso.
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