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Literatura
Málaga/En lo que se refiere al triste camino que siguen ciertos escritores fundamentales hasta caer en el olvido, a menudo basta con señalar el descuido como causa esencial. Sin embargo, si ponemos sobre la mesa a Ibn Gabirol, “podríamos hablar, abiertamente, de vergüenza”. Quien se expresa en estos términos es María José Cano, catedrática del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada y primera autoridad académica en la obra del poeta y pensador malagueño Salomón Ibn Gabirol, cuyo milenario, por más que el señalamiento del año 1021 como el de su nacimiento obedezca más al consenso que a la evidencia biográfica, se celebra este 2021. Cano es la directora de las jornadas consagradas a Ibn Gabirol que, bajo la organización de la Federación de Comunidades Judías de España, debía celebrarse esta semana en el Museo Picasso Málaga, si bien la situación sanitaria ha obligado a su aplazamiento hasta el 21 y 22 de abril; y también es la autora de la traducción de la obra poética de Ibn Gabirol, que verá la luz este año en dos tomos, consagrados respectivamente a la poesía secular y la poesía religiosa del autor, de cuya publicación se hará cargo el Ayuntamiento de Málaga. “La influencia de Ibn Gabirol es enorme más allá del contexto judeoespañol y de la misma Edad Media. No en vano una de las principales avenidas de Tel Aviv tiene su nombre. Tanto como emblema histórico como por el valor literario de su obra, es un error que Ibn Gabirol sea un desconocido en España”, apuntala catedrática.
Justo para paliar este error viene la traducción en la que trabaja María José Cano y que, de momento, se centrará en la obra poética del autor, si bien la propia artífice destacó el acontecimiento que entrañaría “una nueva traducción de su obra filosófica y didáctica”, especialmente de La fuente de la vida, por la que Ibn Gabirol se considera un autor esencial del pensamiento medieval y referente clave del neoplatonismo. En su tarea, Cano trabaja con una primera traducción “de toda su poesía secular y de parte de su poesía religiosa” que ya realizó y publicó hace algunos años, “aunque he decidido revisarla a fondo porque con el tiempo también una va cambiando e, inevitablemente, ve una misma obra poética de otra manera”. El empeño resulta igualmente colosal, con la versión en castellano “del diván completo del autor, que incluye más de trescientos poemas de carácter secular y otros tantos de temática religiosa”. Tan abultado es este legado que, aunque en un principio se barajó publicar una edición bilingüe, finalmente la nueva entrega quedará en manos del lector únicamente en la traducción castellana: “Habría sido interesante poner en circulación esa edición bilingüe, pero ya reunir sólo la traducción implica un esfuerzo enorme a nivel editorial. De todas formas, el objetivo esencial de divulgar la obra de Ibn Gabirol quedará garantizado”, apunta María José Cano al respecto. Si en materia filosófica el malagueño es reconocido en todo el mundo, salvo en España, como una luminaria fundamental del pensamiento medieval, su poesía es considerada como una cima de la lengua hebrea en toda su historia. De manera que esta traducción, ahora revisada y ampliada, puede considerarse ya uno de los hitos culturales más prometedores de este año. Según los plazos que baraja la propia María José Cano, “la idea es que el primer tomo vea la luz en el verano y que el segundo lo haga antes de fin de año. Y haría bien el Ayuntamiento de Málaga en darle a su edición la proyección nacional que merece”.
A la hora de explicar las razones de la vigencia de la poesía de Ibn Gabirol, Cano apunta razones tanto formales como históricas: “En su poesía secular, y también en la religiosa, la escritura de Ibn Gabirol es a la vez muy intimista y de una gran profundidad. Frente a la mayor parte de los poetas de su tiempo, más formalistas, no duda en abrazar la hondura desde una mirada muy, muy personal, casi mística. Gracias a eso, la poesía de Ibn Gabirol es capaz de despertar muchas emociones al lector de hoy. Y no es habitual , ni mucho menos, que un escritor sea capaz de conquistar de esta manera mil años después de alumbrar su obra”. Pero la gran innovación de la que fue capaz Ibn Gabirol tiene que ver con el modo en que conjugó en su obra elementos árabes y hebreos, que María José Cano explica con detalle: “Ibn Gabirol fue un judío andalusí. Eso significa que estudió en una madrasa árabe y que conocía bien la cultura árabe, que también era suya, además de la que le correspondía por sus raíces hebreas. Como todos los autores judeoespañoles, Ibn Gabirol hablaba habitualmente en árabe y escribió su obra didáctica, filosófica y moral en árabe. Sin embargo, los poetas judíos de al-Andalus escribían sus versos en hebreo, porque la poesía se consideraba una expresión literaria superior. La gran aportación de Ibn Gabirol fue la incorporación a su poesía, escrita en hebreo, con la prosodia hebrea, de fórmulas, géneros y términos netamente árabes, incluso con la prosodia árabe, en una síntesis en la que fue sin duda pionero, tanto en su vertiente secular como religiosa”. Así, Ibn Gabirol, recuerda María José Cano, fue el primero en utilizar “sin miedo” la moaxaja, típicamente árabe, “en su poesía religiosa, algo que ningún poeta judío se había atrevido a hacer antes. Es más, a menudo pongo como ejemplo de esta síntesis un poema en el que, dentro de un mismo verso, un hemistiquio está escrito en árabe y el otro en hebreo. Es decir, Ibn Gabirol empieza a escribir el verso en una lengua y lo termina en la otra. Por eso se da en su poesía una hermandad de la lengua y la cultura árabe y hebrea muy, muy especial, como nunca antes en el mundo medieval”. Incluso a la hora de citar (abundantemente) la Biblia, Ibn Gabirol “emplea un hebreo muy influido por la prosodia árabe”.
Este hermanamiento cultural convierte a Ibn Gabirol en un emblema de la concordia de poderosa resonancia en el presente: “Como miembro del Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, a menudo trabajo con estudiantes de Oriente Medio y les pongo a Ibn Gabirol, quien gozó de la condición de protegido en al-Andalus, como ejemplo a analizar desde una perspectiva actual. ¿Sería posible la aparición de una figura como Ibn Gabirol en Oriente Medio hoy día? ¿Y cómo sería recibida?”. En un mundo cada vez más llevado a los extremos, el malagueño representa como pocos el valor de incorporar al otro, de hacerlo nuestro. Sirva su modelo.
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