Julio Benavente retrata la esencia de la provincia con su canción 'Málaga la bella'

El tema nació de la nostalgia y el amor del artista a su tierra alejado de los tópicos

Su paso por 'La Voz' fue un punto de inflexión, pero era consciente de que no le iba a "cambiar la vida"

'Las cuatro esquinas', la canción de Chanwei que homenajea al barrio malagueño de El Palo

Julio Benavente en el Muelle Uno, ubicación de 'Málaga la bella'
Julio Benavente en el Muelle Uno, ubicación de 'Málaga la bella' / Carlos Guerrero

Málaga se ha convertido en la musa de muchos artistas que aman su tierra. También puede darse el caso de que no solo la quieran, sino que sientan añoranza y les impulse a escribir sobre ella para sentirla más cerca. Es lo que le ha pasado a Julio Benavente, una malagueño de 24 años que, aunque ahora vive en Madrid, lleva a Málaga siempre con él. Málaga la bella, uno de sus temas más personales, nació de esa nostalgia que lo invadía cuando se fue a vivir a la capital. "La hice en dos horas, me salió sola", recuerda en una entrevista con este periódico, como si el sentimiento de extrañar su ciudad natal fuera tan poderoso que las palabras y el ritmo no podían esperar más tiempo para salir.

El videoclip, producido por Grupo Mundo, aparecen escenas típicas en la playa de El Palo, risas, el buen ambiente típico de Málaga, situaciones cotidianas, el barrio e incluso el Muelle Uno. Está dirigido por Javi Brooks y cuenta con la participación de numerosas personas. Ese amor por su tierra lo ha llevado a componer una visión más personal, alejada de los tópicos: "Queríamos mostrar una Málaga más cercana". Este deseo de retratar la esencia lo llevó a organizar un concierto improvisado en la playa de El Palo para presentarla en acústico, con el sonido del mar de fondo. La gente se acercó, curiosa y atraída por la melodía y por la letra.

Aunque se lanzó a perseguir sus sueños en Madrid, el artista siempre tiene la mirada puesta en su tierra. A través de sus canciones, Benavente expresa su sentimiento tan fuerte por Málaga, a la que considera un refugio, un "paraíso" donde algún día espera regresar. Mientras tanto, sigue centrado en su carrera y espera despegar en la capital, pero le encantaría poder descansar en su tierra natal, la que le ha visto crecer. Madrid le ofrece oportunidades, le permite conocer a otros artistas: "En el mundo del arte, en Madrid conoces a mucha gente que sigue tu mismo camino y eso te enriquece", cuenta, reconociendo que esta etapa en la capital es una de las mejores de su vida.

"Hago canciones según cómo me siento en el momento", confiesa, describiendo su proceso creativo como algo espontáneo, una especie de catarsis que se crea como una necesidad de expresar lo que siente. Aunque su carrera empezó de manera "salvaje", como él mismo describe, Julio Benavente ahora cuenta con un equipo que lo apoya y lo guía en su búsqueda por su sello propio. "Me tiré dos años sin sacar música porque quería encontrar mi sonido", confiesa. Esta pausa le permitió explorar nuevas facetas, evolucionar artísticamente y establecer las bases para su carrera, que ahora es más urbana.

Rosalía y Pablo Alborán, sus referentes

La influencia de grandes artistas como Rosalía, que ha roto moldes y expectativas en el panorama musical, lo inspira a no conformarse, a seguir explorando y reinventándose. "Como artista me gusta evolucionar, no que funcione algo y quedarme ahí", afirma, demostrando que está dispuesto a experimentar con varios géneros y no encasillarse. La catalana es su referente, así como Dellafuente o C. Tangana. Pero el primero fue su paisano Pablo Alborán, y lo sigue siendo. Su admiración por él es palpable. Le brillan los ojos al hablar del cantautor: "Mi primer concierto fue el de Pablo Alborán en el Auditorio, y he tenido la suerte de conocerlo, me dio un montón de consejos".

Que un ídolo de su infancia lo haya guiado en el camino es para él un hito inolvidable. Recuerda que en el recreo, de pequeño, firmaba autógrafos en las manos de sus amigos como si fuera el propio Pablo Alborán. La anécdota le arranca una carcajada, pero enseguida vuelve a mostrar gratitud cuando rememora que Alborán le dijo que podía contar con él para todo, que lo tenía "a tan solo un mensaje". Sus colaboraciones soñadas, aparte de él, son con Delaossa, Rosalía y Dellafuente, sin hacer distinciones de estilos.

Esa conexión personal con sus referentes le ha enseñado algo que lleva a rajatabla: la importancia de disfrutar del proceso, de no dejarse llevar por las prisas o la obsesión de llegar a lo más alto lo más rápido posible. "Siempre he sido un poco obsesivo, pero he aprendido a disfrutar del proceso poco a poco", confiesa. En este sentido, no quiere pensar en su futuro a largo plazo. Prefiere vivir el momento y saborear cada regalo que le brinda la música, ya sea con sus amigos en el estudio, en conciertos o grabando.

Otra lección que ha aprendido y que aconseja a los jóvenes emergentes es rodearse de su propio equipo: "Sin Alberto Nasan, sin Carlos De Luna y sin Sandro, no habría hecho nada, son mis amigos y al final hago música con ellos, sin un equipo de trabajo es muy difícil". Por otro lado, las comparaciones son odiosas. Benavente se centra en él y en su música sin compararse con nadie, algo que es complicado, pero que ha conseguido. "Hay que disfrutar y vivir también el momento, eso es muy importante", remarca.

Lo que empezó curiosamente con las clases de música y la flauta, se convirtió en su pasión. A los 17 años cantó por primera vez en público animado por sus amigos. Pero el salto a su carrera profesional fue en 2021 con su participación en el programa La Voz. "Era consciente de que era una oportunidad para darme a conocer, pero que no me iba a cambiar la vida", explica. Después de su paso por el concurso, siguió apostando por su música con el apoyo de sus seres queridos, que no dudaron en estar a su lado después de dejar sus estudios de Filología hispánica.

Años más tarde, Julio Benavente compone, canta, toca la guitarra y produce. "Estoy consiguiendo cosas que antes eran sueños, antes grababa en una habitación de un amigo y ahora vamos a estudios de Warner Music o Cero Studios", cuenta. Aunque aún no ha publicado un álbum, tiene claro que todo llegará en su momento. "Todavía no quiero sacar un disco porque creo que eso tiene que salir de manera natural, estoy en ello, pero sin prisa", dice, mostrando su madurez después de años luchando por su trayectoria musical. Eso sí, va a dar que hablar en los próximos meses. "Hay muchos temas preparados para este año y el que viene", avisa sonriendo.

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