La generación marcada por la magia de Harry Potter

Málaga/Harry Potter ha sido y es una de las sagas que más ha marcado la juventud de nuestros tiempos. Aunque los libros ya estaban ahí, muchos de los jóvenes se adentraron en este mundo en 2001, cuando la primera película de la saga llegaba a las carteleras españolas.

Es fácil pensar que, con el paso del tiempo, estos fans han perdido la ilusión en la magia y que todo quedó en un mundo perfecto creado para niños, pero no es así. Harry Potter lleva en nuestras pantallas 21 años y la saga cumple 25 años.

La saga consiguió robarle el corazón a muchos niños que ahora, 25 años después, siguen creyendo en la magia de la misma manera en que lo hacían al principio.

Eventos, libros, películas, llaveros, objetos, carteles e incluso tatuajes son las cosas que han llegado a hacer los fans “del niño que sobrevivió”.

Gonzalo es un joven de 21 años que inició su carrera en el mundo de la magia gracias a sus hermanos. "A mis hermanos siempre les ha gustado, también a mi cuñada, así que de por sí ya tenía una base”, cuenta el joven. “Nuestra profesora de inglés nos mandó hacer un trabajo y yo lo hice sobre Harry Potter. Fue cuando la profesora me dejó los libros en inglés y me enganché por completo. Desde ahí veo las películas un par de veces al año. Se puede decir que me enganche por un trabajo de inglés”, comenta emocionado.

Su casa en Hogwarts es Slytherin y su hechizo favorito es Opugno. Como fan, ha ido a Londres, a la estación de tren Kings Cross, para visitar el andén 9 y 3 / 4. También ha ido a un escape room ambientado, sobre todo, en Luna Lovegood.

Su película favorita es Harry Potter y El Cáliz de Fuego, pero le tiene un especial cariño a Harry Potter y el Prisionero de Azkaban: “la teníamos en cinta en casa y me la sabía de memoria”, añade Gonzalo. Sin embargo, si tuviera que quedarse con un libro, no duda en elegir Harry Potter y el Príncipe Mestizo: “ No sé por qué razón, pero fue el que más me tuvo enganchado hasta el final”, concluye Gonzalo.

Raquel Sánchez

“Creo que todos tenemos un concepto de magia distinto”

Raquel tiene 23 años y es fan de Harry Potter desde que tenía 10 años. “Quizás el ver cómo alguien que está destinado a tanta responsabilidad desde tan joven lo asume y le pone tanto valor y humildad al mismo tiempo es lo que más me ha llamado la atención de la saga”, comenta Raquel. Ella es Ravenclaw, aunque siempre quiso ser Gryffindor: “Siendo más consciente del trasfondo de las películas he entendido por qué me coloca en esa casa”. El libro que más le ha gustado ha sido Harry Potter y la Piedra Filosofal, pero si tiene que quedarse con una película, elige la quinta de la saga, Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Su hechizo favorito es Alohomora: “Creo que es un hechizo que hace más daño de lo que parece, o sino ¿cómo entró Voldemort en casa de los padres de Harry?”, “Creo que cada persona tiene un concepto de magia distinto, pero que todo el mundo en el fondo cree en ella”, concluye Raquel al recordar cómo sigue creyendo en la magia después tantos años.

Rocío Guerrero

“Este mundo da la posibilidad de poder sentirte tú mismo”

Rocío es fan de Harry Potter desde que salió la primera película en 2001. “Desde ahí ya soy incondicional de la saga”, comenta Rocío. Primero se vió las películas y después se decidió por leer la saga entera para poder captar esos pequeños detalles que en las películas pudieran escaparse. “Me hizo fan de la saga su mundo, las posibilidades que tiene para poder ser tú mismo, para poder sentirte libre. Para saber que al final la bondad pesa más que todo. Sentirte acompañado, arropado y seguro en un lugar”, añade Rocío. “Mis hechizos favoritos son: Ridiculous, Crucio, Protego horribilis, Lumos, Obliviate y Especto Patronum. De hecho tengo 3 y 3 tatuados en cada brazo. El significado que tienen para mi es básicamente porque básicamente estoy pasando por una depresión y cada uno de ellos son como el “mal” y su cura por llamar lo así”, concluye Rocío. Sigue creyendo en la magia aún hoy.

Sergio Prieto

“Es otro universo, es magia, es todo lo que te puede pasar”

Sergio Prieto tiene 21 años y es uno de los Potterhead más recientes. Aunque desde que era pequeño ha visto todas las películas, no entendía el significado de muchas de las cosas que pasaban en la saga. “Cuando pillé el Covid este verano, decidí verme la saga entera, y me hizo ver ciertas cosas que de pequeño no veía”, añade Sergio. Se hizo fan de la saga por todo lo que transmiten las historias y los personajes. Aunque en el test de Pottermore su casa fue Hufflepuff, él siempre se ha sentido un puro Slytherin. Si tuviera que quedarse con un hechizo de la saga, sería con PetriffiicusTotallus, ya que uno de sus momentos favoritos es cuando convierten a Neville en piedra con este hechizo en la primera película. Su libro favorito coincide también con la que es su película favorita siendo Harry Potter y la Orden del Fénix.

Patricia Silvestre

“Su comunidad ha ido creciendo y es enorme”

Patricia tiene 24 años y entró en el mundo de la magia gracias a que su madre le regaló el primer libro: “Cuando tenía unos 10 años, mi madre compró el primer libro en el Círculo de Lectores y no le hice mucho caso hasta que vi la primera película. Después de eso, leí el primero y pedí que me fueran regalando el resto de la saga”, añade Patricia. La casa de Patricia es Ravenclaw y siempre se identificó con las características que tienen: “Los ravenclaw se definen por su ingenio y sabiduría y son dos cualidades que sé que posea, así que cuando hice el test sabía que esa era la casa que más se ajustaba a mí”, cuenta Patricia. Si tuviera que quedarse con una de las películas elegiría Harry Potter y el Prisionero de Azkaban porque “es la que hace el cambio a películas mucho más oscuras, con una ambientación más tenebrosa”. Si algo tiene claro Patricia es que una de las cosas que más le gustan del mundo de Harry Potter es que “a su alrededor ha crecido una comunidad enorme, que por mucho tiempo que pase van saliendo cosas nuevas y que es intergeneracional”, concluye emocionada Patricia.

Cristina Francés

“Me ha acompañado desde pequeña hasta ahora”

Cristina Francés tiene 29 años y siempre recuerda a Harry Potter rondando su vida. “Creo que lo fundamental fue que yo tenía una edad parecida a los protagonistas y que, a medida que iban saliendo las pelis y les veía crecer, yo también iba creciendo. Además, Rowling creó un mundo nuevo muy original con elementos muy novedosos y distintos en la ficción de la literatura infantil y juvenil.”, comenta Cristina. “Creo que lo más importante a la hora de mantener la magia es que es una historia que me ha acompañado durante parte de mi infancia, mi adolescencia y también mi vida adulta; me ha hecho compartir momentos muy especiales con mi familia, amigos e incluso con mi pareja, que también comparten esa ilusión por el mundo mágico. Además, da igual cuándo vuelvas al mundo de Harry Potter, siempre encuentras un nuevo detalle del que no te habías dado cuenta,”, añade Cristina. Ella y su pareja fueron a una Harry Potter booknight y, al no haber entradas para el show de adultos, entraron al de niños: “Estábamos casi más emocionadas que los niños”, añade Cristina.

El mundo de Harry Potter no solo es ficción, sino que también ha dado a sus seguidores un lugar donde pueden sentirse seguros y donde pueden ser ellos mismos, un lugar donde pueden hablar de ese mundo que les apasiona con personas que sienten la magia de la misma manera en la que lo hacen ellos.

Harry Potter va mucho más allá de lo que unos libros y unas simples películas pueden parecer. Este universo ha ido creciendo poco a poco y día a día en las calles de las ciudades: creando eventos, dando conciertos sinfónicos, volviendo a estrenar las películas en los cines, creando capas y varitas y haciendo que haya Potterheads que se hayan llegado a tatuar cosas referentes a la saga por la importancia que han representado para ellos en sus vidas.

El universo Harry Potter acaba de empezar, ya que, hayas visto las películas o no, hayas leído los libros o no, todos saben quiénes son Harry Potter, Hermione Granger, Ron Weasly e, incluso, “el que no debe ser nombrado”.