Dos maneras de abordar el talento contra la crisis

El gallego Alejandro Marzoa presentó ayer en el Festival de Málaga su opera prima, Somos gente honrada, una "historia de personajes" que mezcla "la sonrisa y el drama" y en la que Paco Tous y Miguel de Lira interpretan a dos parados cincuentones que encuentran diez kilos de cocaína mientras pescan. Una mercancía que deciden vender para salir de su miseria en una película en la que los personajes son lo principal, según explicó Marzoa en rueda de prensa. "Quiero contar historias de personajes, trabajar con los actores, que es lo que más disfruto, y moverme en ese tono como la vida misma de mezclar por momentos la sonrisa y el drama, con personajes cercanos en los que el público se pueda reconocer", afirmó el director en la presentación de esta cinta que compite en la sección oficial del festival.

El punto de partida, ese hallazgo de la droga, es "extraordinario y dota a toda la película de cierto entretenimiento", además de servir para "poner en conflicto a los personajes y ver cómo evolucionan y aprenden", al ser dos padres de familia que no saben nada sobre la cocaína. Marzoa asegura que no tiene directores como referentes, sino películas como Smoking room, y lamenta que ahora "a la hora de escribir el guión se está pensando en el diseño de producción, en lugar de dar rienda suelta al talento de los guionistas".

José Corbacho, que ha sido uno de los productores a través de El Terrat, resaltó que Alejandro Marzoa "representa un perfil en el cine español, el de la gente que ve mucho cine y que está muy bien formada". "Sale gente con mucho talento y la lástima es que en estos tiempos no todo el mundo lo puede demostrar, porque es de las generaciones más brillantes del cine en mucho tiempo. Hay directores de 30 años como nunca había habido, gente que se merece la oportunidad de poder hacer una película", añadió. Antes del estreno, el 7 de junio, esta producción comienza su periplo en el Festival de Málaga, "que es un referente en el cine español, y su público es un muy buen termómetro de lo que puede ser la película".

En el mismo sentido se expresó otro integrante de El Terrat, Andreu Buenafuente, que considera que sólo se podrá salir de la actual situación "con buenas historias: hay que hacer más películas que nunca, levantar el culo del sillín y contar cosas atrevidas con esta generación brillantísima".