Nuevos hallazgos en Málaga confirman vínculos comerciales de poblados indígenas con fenicios

En la fase de prospección superficial se encontró una piedra considerada como el elemento "más importante" descubierto durante las tres campañas realizadas en el yacimiento"

La Málaga fenicia al descubierto: el Cerro del Villar revela cómo era la vida hace casi 3.000 años

Restos hallados en la excavación de Taralpe de Alhaurín de la Torre
Restos hallados en la excavación de Taralpe de Alhaurín de la Torre

La excavación arqueológica que ha encargado el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre en la zona oeste del municipio, entre la urbanización Taralpe y la carretera A-404, ha dado como resultado nuevos hallazgos que vendrían a confirmar la relación de este antiguo poblado indígena con la ciudad fenicia de Cerro del Villar, cuyo yacimiento se encuentra en la desembocadura del Guadalhorce, en Málaga capital, a unos 12 kilómetros.

 Así lo han asegurado desde el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre en un comunicado en el que han señalado que este proyecto se enmarca dentro de la línea de trabajo impulsada por el alcalde, Joaquín Villanova, "para profundizar en el pasado de Alhaurín de la Torre y poner en valor la historia y el patrimonio local".

 La Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico, que dirige Manuel López, ordenó esta excavación, cuyos resultados se han presentado junto con algunas de las numerosas piezas arqueológicas que se han encontrado. El proyecto ha sido financiado por esta concejalía, y ha contado también con la colaboración de las áreas de Servicios Operativos, Parques y Jardines y Urbanismo.

 El arqueólogo encargado del mismo, José Antonio Santamaría, ha resaltado la relevancia de este yacimiento, uno de los más importantes del término municipal, y sus vínculos con la civilización fenicia, "con hallazgos que datarían de entre los siglos VIII y VII a.C.".

 Uno de ellos, ha explicado, ha sido un muro que se correspondería con parte de la estructura de una de las viviendas que conformaban este núcleo en la época.

 Según ha detallado, la particularidad es que se trata de un muro rectilíneo asentado por encima de uno curvilíneo, "lo que vendría a demostrar la influencia de la arquitectura fenicia en esta población".

 A ello se suman "los abundantes" restos de cerámica encontrados, un 80% de los cuales aproximadamente son de cerámica hecha a mano (anterior a la fenicia) y otro 20% de torno, parte de los cuales se han mostrado en el salón de plenos.

 "Esto demostraría que seguramente aquí se comerciaba con los fenicios de Cerro del Villar", destaca Santamaría, que subraya que también se han hallado numerosos restos de origen marino, concretamente conchas finas cuyo uso, a modo de alfombra o pavimento, tendría más bien un carácter "simbólico o ritual".

 Además, se ha encontrado hierro y otros restos de minerales, probablemente pertenecientes al cercano yacimiento minero de los Llanos de la Plata, que también se usaban para comerciar.

 En la fase de prospección superficial se encontró una piedra que Santamaría ha calificado como "el hallazgo más importante de los realizados durante las tres campañas realizadas en el yacimiento", ha precisado.

 Se trata de una estela de forma alargada y sección irregular que conservaba una serie de relieves que parecen representar una figura humana femenina. Esta pieza en el momento de su hallazgo se encontraba tumbada y con grandes evidencias de haber sido arrastrada por maquinaria agrícola o de obra.

 Representa en concreto una figura femenina con un manto o toga con una decoración en relieve en la zona pectoral a base de varios collares, y debe de representar una deidad de la época, "quizás la diosa fenicia Astarté (Diosa del amor, el sexo, la guerra y la caza) o una figura humana de especial importancia para la comunidad donde se ubicaba", señala el informe.

 No se ha podido localizar el lugar donde originalmente estuvo ubicada, pero según señala el arqueólogo Santamaría, quizás pudo formar parte de algún tipo de edificio de carácter cultural o religioso, o ser utilizado a modo de marcador de una sepultura. La figura se encuentra almacenada y custodiada en las dependencias municipales del Ayuntamiento.

 Dicha estela ha sido examinada por los doctores Primitiva Bueno Ramírez, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares; y Rodrigo de Balbín Behrmann, catedrático emérito de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, ambos especialistas en megalitismo y en las manifestaciones gráficas pintadas, grabadas y esculpidas de la prehistoria.

 Desde el año pasado se viene trabajando en esta zona con la colaboración de reputados expertos en la materia, entre ellos José Suárez Padilla, profesor de Prehistoria y Protohistoria de la Universidad de Málaga (UMA); y José Luis Caro Herrero, doctor en Prehistoria, especialista en Carbono-14 y experto en dataciones y calibración de fechas, también profesor de Turismo; así como estudiantes y doctorandos del grado de Historia de la propia UMA.

 Desde el Ayuntamiento han recordado que en 2010, tras una primera excavación en dicho sector, se descubrieron numerosos restos y objetos que determinaron la existencia de una comunidad indígena en la Protohistoria, concretamente de la primera Edad del Hierro, según la datación de carbono 14 realizada.

 Ahora, y tras "un largo" trabajo llevado a cabo en la zona del Cerro del Villar de la capital malagueña, se estudia la influencia que este terreno de origen fenicio pudo tener con todo el delta del Guadalhorce y la población que habitaba esta zona.

 Los estratos arqueológicos superpuestos y los materiales encontrados confirman que el lugar no quedó desierto tras estas primeras ocupaciones, sino que tiene una amplia pervivencia espacio-temporal.

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