Una treintena de obras engalanan La Malagueta para la Corrida Picassiana
Reproducciones de piezas de artistas ya fallecidos, como Eugenio Chicano, Francisco Hernández o Celia Berrocal, junto a otras creadas para la ocasión, decoran el ruedo de forma efímera
Una Corrida Picassiana por el 50 aniversario de la muerte del genio
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Casi una treintena de obras de dieciséis artistas, todas relacionadas con Picasso o los toros, engalanarán las tablas y los burladeros de la plaza de toros de La Malagueta en la Corrida Picassiana, que este sábado coincidirá con el 50 aniversario de la muerte del artista malagueño.
Reproducciones de piezas de artistas ya fallecidos, como Eugenio Chicano, Francisco Hernández o Celia Berrocal, junto a otras creadas para la ocasión, decoran desde este martes el ruedo de forma efímera, ya que la exposición se desmontará después del festejo.
El empresario de la plaza, José María Garzón, ha explicado en la presentación que la iniciativa surgió por el deseo de "hacer algo especial en este aniversario" en el que se recuerda que el artista falleció el 8 de abril de 1973.
"El maestro Picasso se merecía este homenaje por lo que le ha dado a la tauromaquia y por haber llevado el nombre de Málaga por todo el mundo", ha resaltado Garzón, que ha apuntado además que este festejo supone recuperar la corrida de Semana Santa en el coso malagueño después de seis años de ausencia.
La corrida, en cuyo cartel figuran Cayetano, Juan Ortega y Pablo Aguado, contará además con la música de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga acompañada del Coro de la Academia Lírica, por lo que serán "dos espectáculos en uno", según el empresario.
Ha asegurado que ya se han vendido casi tres cuartos de la plaza, por lo que "habrá una grandiosa entrada", y ha destacado que entre las obras hay una creada por el niño Ismael Castaño, ganador del concurso de pintura convocado recientemente por la empresa del coso malagueño.
Picasso asistió por primera vez a una corrida en La Malagueta y en 1889, tras presenciar un festejo y bajo la dirección de su padre, pintó "El picador amarillo", su primera pintura al óleo, de la que nunca se separó.
Cuando residía en Francia siguió acudiendo a festejos taurinos y mantuvo amistad con toreros como Luis Miguel Dominguín y con picadores, una figura secundaria del mundo del toreo a la que admiraba. EFE
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