Festival de Málaga: Carlos Marqués-Marcet, "talento" natural para contar lo esencial de la vida

Premio Málaga Talent

"Me gustaría que sintieras al festival como a tu propia familia, para nosotros eres el hijo que va y viene", le ha recibido el director del festival, Juan Antonio Vigar en la sala Rossini

El director Carlos Marques-Marcet posa con motivo de la entrega del Premio Málaga Talent / Jorge Zapata (Efe)
Alicia G.arribas (Efe)

23 de agosto 2020 - 18:00

El cineasta Carlos Marqués-Marcet (Barcelona, 1983) prácticamente nació en el Festival de Málaga; su debut con "10.000 kms" (2014) se llevó cinco Biznagas, entre ellas, las de Oro a la mejor película y Plata al mejor director. Luego vino el Goya, el Gaudí, la nominación a los European Film Awards...

Y ahora recibe el Premio Malaga Talent por todo lo que le queda por hacer.

"Me gustaría que sintieras al festival como a tu propia familia, para nosotros eres el hijo que va y viene", le ha recibido el director del festival, Juan Antonio Vigar en la sala Rossini del Teatro Cervantes, donde se ha encontrado con la prensa, a la distancia oportuna, todos con mascarilla y micrófonos desinfectados.

El catalán, y la directora madrileña Gracia Querejeta, son los únicos que atesoran dos Biznagas de Oro; Marqués-Marcet sumará hoy la tercera flor a las que tiene por "10.000 kms" y por "Els dìes que vindran", un trofeo, ha dicho, que irá con las otras dos a casa de sus padres.

Con aquella película, Marqués-Marcet se adelantó a los tiempos: la importancia de las tecnologías en nuestras vidas. "'10.000 kms.' partía de un punto sencillo, de cómo cambiaban las tecnologías la relación con la distancia (...) cómo la tecnología te permite estar sin estar, la división del cuerpo y la mente -sin ponerme muy metafísico-. Era una realidad que vivía en mis carnes", recuerda.

Vigar apunta que "Els díes que vindrán", su tercer largometraje, era "una mirada a la vida esencial" una película que iba "a contracorriente para volver a contar el núcleo de la vida" y el director reconoce que la idea nació con el propio embarazo real de David Verdaguer y su pareja, María Rodríguez.

"Casi más que contar la relación neurótica de entenderse entre ellos -reflexiona-, quería ver cómo entienden cada uno la experiencia del otro cuando, además, ella tiene dentro otra vida. Explicar esto extraño de que la vida siempre intenta reproducirse, igual que un bosque que se quema y vuelve a brotar".

Entremedias, la brillante "Tierra firme", que no tuvo la misma repercusión entre el público, pero sí dejó en Marqués-Marcet una nueva familia: a sus amigos David Verdaguer y Natalia Tena, la propietaria del barco donde ocurre la película, se sumaron Oona Chaplin y su madre, Geraldine.

Es la historia de una pareja de lesbianas que se plantean tener un hijo con ayuda de un amigo; el cineasta ha dicho que tenía ganas de hacerla porque tiene "muchas amigas bolleras y en el cine siempre sale el amigo gay".

El cineasta ha confirmado a Efe que ya lleva un año preparando una nueva película con el mismo elenco, que será "muy distinta a la primera, pero con el modo de hacer de 'Los días que vendrán', que me ha llevado a construir una ficción alrededor de ellos", aunque aclara que no será "ni ficción ni realidad" ni una continuación de aquella.

Vigar ha propuesto un recorrido por la vida de este cineasta atípico al que le hubiera gustado tener "padrino" y haber salido de la nada, "autodidacta, con el concepto romántico de coger la cámara y ya", pero no. Cuenta que hizo "mil talleres", que se formó en principio con José Luis Guerín y luego se fue a EEUU.

Su único consejo a jóvenes cineastas es que se dejen arrastrar por ese "carácter de liante" que tiene el cine y que se junten con "una comunidad donde haya hueco para contar lo suyo".

"Esa es tu familia; más que con quién te formes creo que lo importante son tus compañeros de viaje, tus amigos, sin ellos -afirma- yo nunca habría empezado a montar cine, ni hubiera hecho mi primera película".

Director, montador, productor y guionista cuando toca, dice que el secreto de una película es elegir bien el cásting y eso solo se logra con instinto. Es más, "un equipo puede opinar casi en todo cuando se hace una película, excepto en el cásting".

Su único consejo a jóvenes cineastas es que se dejen arrastrar por ese "carácter de liante" que tiene el cine

Quizá por eso cree que los premios del cine no debían ser para los actores o actrices, sino para sus personajes.

En esa tarea le sale "el entrenador de fútbol sala" que fue de jovencito: "Ahí fue donde más aprendí", sobre todo, "a gestionar de lo posible", aunque reconoce que la tarea de director es la que va más con su carácter, que le llena de adrenalina y que le encanta; "no digo que sea sano", sonríe.

Esta misma noche presentará su último proyecto, el documental "La mort de Guillem", que competirá en Málaga Premier, sobre el asesinato en 1993 del joven antifascista, Guillem Agulló a manos de un grupo de ultraderecha.

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