Recreo y Studio Club se unen en su revolución de la fiesta malagueña: 1.500 entradas vendidas

Ambas nacieron hace algo más de un año y han renovado sus sectores

El evento acaba los tickets en minutos y la sala trae una propuesta a la altura de las grandes ciudades europeas

Con Málaga pide ampliar los puntos violeta a todos los espacios de ocio nocturno de la ciudad

Sánchez y Ojeda en una de sus fiestas. / MTS Media

Hace un año y medio, Jaime Ojeda y José Sánchez, dos jóvenes malagueños, empezaron a tejer los primeros hilos de lo que más tarde sería la fiesta de la que todo el mundo habla en Málaga: Recreo. Ellos no se sentían del todo cómodos en las posibilidades de ocio nocturno que daba la provincia y lo vieron claro, tenían que hacerla. Desde abril del año pasado organizan estas fiestas tanto en salas, como en clubes de playa y la han llevado ya a Madrid o Valencia. En todas han hecho sold out. Para la última, este viernes, también han vendido todo, 1.500 entradas –dejan 100 para la puerta sin contar invitados– y se han aliado con el otro buque incipiente en la noche malagueña: Studio Club.

Una fiesta en Studio Club. / Studio Club

Las historias de Recreo y Studio Club estaban condenadas a unirse. Ambas nacieron para lo mismo: dar en Málaga el ocio nocturno que tenían que buscar fuera de nuestras fronteras. Studio Club abrió en Torremolinos hace ahora un año y un mes con una pretensión básica, tener en Málaga lo que sus fundadores iban buscando por el resto de Europa de sala en sala, una comunidad en torno a la electrónica con la mejor calidad de sonido, luces y entorno cuidados y un ambiente único para disfrutar de primeras espadas de la música, narra Pablo Lara, responsable de sala del club.

Una fiesta local, que hace sold out en minutos en otras salas de la ciudad, pero que también lo hace cuando sale de ella gracias a su público fiel y una sala que busca –y está consiguiendo– generar una cultura, con sus parroquianos, en torno a la música. Uno más uno suelen ser dos.

"Lo vamos a hacer nosotros"

"Lo vamos a hacer nosotros", anunciaron Jaime y José en marzo de 2023 en una incipiente cuenta de Instagram. El mensaje cundió como la pólvora, no eran los únicos que buscaban un lugar seguro, un refugio en el que la única norma es el respeto y tener ganar de pasarlo bien. Nada de etiquetas –aquí te invitan a llevar zapatillas o bermudas si es con lo que te sientes más cómodo para bailar– ni de ideas preestablecidas. Tampoco pedirle al DJ una canción, los artistas están cuidadosamente seleccionados y ofrecen una lista pensada para el momento, nada de darle al play a una lista de Spotify. "Como promotores, queremos que la gente descubra música nueva, estilos nuevos, si conseguimos que alguien que viene a escuchar dance hall acabe disfrutando, también con el house, lo hemos conseguido", asegura Ojeda. "Pasárselo bien es una cosa muy seria", añade para subrayar el mimo con el que trabajan cada uno de los detalles.

Para este enlace anunciaron una primera lista: Kybba, DJ y productor internacional centrado en ritmos caribeños (dance hall, afro...), Selecta, archiconocido en la cultura urbana por estar tras las bases de medio panorama rap español y con una selección que pasa del trap a la electrónica, Javs, viejo conocido de la fiesta, y el propio Jaime (su nombre artístico es La vida de Jaime) que promete ritmos club o r'n'b, sin descartar sorpresas.

Pasárselo bien es una cosa muy seria", Jaime Ojeda

Eso, claro, en un primer momento, cuando sólo pensaban ocupar una de las dos salas, la más pequeña, a la espera de los tickets que fueran vendiendo. Esas primeras 600 se vendieron en un pestañeo. Siguiente destino: main stage (sala principal, por su traducción del inglés), con un aforo de 900 personas. Cuando también lo superaron, había que abrir las dos salas y sus 1.800 personas.

En ese momento hicieron pública la segunda parte de la propuesta: artistas malagueños pegados a la electrónica, Javo, Nana Pure, Paco Mena y Rodama. Dos salas, dos espacios, dos ambientes. "Nosotros siempre trabajamos así, es bueno para respirar y son dos propuestas para el cliente, te puedes cansar de la música de una sala, variar, ver a otras personas. Es necesario", asegura Lara. En Recreo son nuevos en esto, siempre habían trabajado en sala única, por eso supone un paso más, también, para ellos.

Jaime Ojeda, pinchando en una de las fiestas de Recreo en True Club, donde nacieron. / MTS Media

Pero, ¿cuáles son los ingredientes de este cóctel de éxito? Sánchez afirma que ponerle cariño, hacer un evento que no se daba, al menos no así, antes y "buscar un espacio en el que nosotros seamos los primeros que estemos cómodos". Pero también la comunicación es esencial, añade Ojeda. Tan importante que, pese a vender todo lo que anuncian, a principio de verano contrataron una valla publicitaria gigante a la entrada de Torremolinos: aquí estamos y es lo que ofrecemos. Puede parecer una vacilada, pero es "un sueño", asegura Sánchez. Es la manera de materializar que están ahí, que están creando una comunidad cada vez más grande –"una persona se ha propuesto venir a todas nuestras fechas por España este año", destaca Ojeda como anécdota– y que quieren seguir creciendo, que este no es su techo. Y lo hacen desde Torremolinos, de donde es oriundo el propio Ojeda.

"En Málaga capital, ahora mismo, hay un déficit importante de escena, de oferta. No se me ocurre una sola discoteca, no ya que ofrezca el nivel de sonido de Studio Club, sino que salga de lo comercial, de la fiesta para universitarios y guiris", dice Ojeda, "Fiebre", guiña Sánchez a la otra fiesta que lleva cinco años en Málaga cambiando los esquemas desde el panorama urbano. A la lista se podría añadir, si gustan, Abstract o, incluso Tralla, en cuanto a propuesta diferente, joven y arriesgada, pero ninguna al nivel de aceptación de Recreo. Tampoco Studio Club tiene parangón en lo que a salas se refiere. Lejos de Marbella, que ninguno de los tres ven como competencia por lo particular del público de esa zona, ningún club tiene en sonido, nombres o luces un lugar en la mesa que se sienta la de Torremolinos.

Dos sueños, una fiesta y una sala, que nacieron casi a la vez para revolucionar la fiesta malagueña. Dos sueños que ya se palpan y se bailan. Dos sueños que se encuentran este viernes con un éxito, al menos de asistencia, absoluto. Y prometen que no será la última vez.

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