Salva Reina, 'enamorado' con el Goya: "Si no me frena Banderas creo que llego corriendo hasta Málaga"

"Ha sido especialmente bonito recibir tantas muestras de cariño y de gente alegrándose por mí", admite

Salva Reina gana su primer Goya por 'El 47': "Esto es por todos los andaluces que tuvieron que exiliarse de su tierra"

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Entrevista al malagueño Salva Reina: "Ha sido especialmente bonito recibir tantas muestras de cariño" / Javier Albiñana

Málaga/Aún con una sonrisa que es difícil de esconder, pero sin tanta euforia, Salva Reina sujeta su Goya, El Cabezón, y lo mira. Con amor, propicio en el Día de San Valentín. Sus ojos azules se clavan en el busto y se le escapa una carcajada cuando recuerda cómo se le vio una semana atrás cuando fue a recoger el galardón al escenario. "Como se vio en el vídeo, la verdad es que me sobrepasó un poquito, no me lo esperaba", comenta en una entrevista con Málaga Hoy. Las muestras de cariño recibidas desde entonces, añade, lo tienen abrumado. Quiere responderlas todas. Devolver ese calor que le están dando sin perder la humildad que lo caracteriza.

Sentado sobre el escenario de La Cochera Cabaret, mira hacia el techo. Sonríe. Cuando escuchó su nombre como premiado a Mejor Actor de Reparto, le invadió una marea de ilusión y se sintió "desbordado porque significa el cariño" que le habían demostrado al votarlo. Vivir un momento tan intenso se debe de sentir cono un huracán de emociones que no se pueden controlar y que arrasan: "Incredulidad, pero, a la vez, alegría máxima, desconcierto, shock". Le cuesta describirlo. Una mezcla de sensaciones. No creía que se iba a "emocionar tanto, igual que la nominación". Pero, al final, las emociones explotaron.

"Me sobrepasó sobre todo porque considero que es un premio que dan los compañeros y las compañeras de profesión de la Academia", explica con algo más de calma, sabiendo verbalizar un poco lo que esos fuegos artificiales de su interior le hicieron estallar. "Estaba como el tercer o cuarto día de la feria, que te sobrepasa, no sé qué decirte, una cosa similar", bromea.

El cuerpo, desbordado por la alegría, le pedía correr. Y salió corriendo. "El director de la película me frenó y me abrazó, luego Kira (Miró), y ya no sabía qué hacer", cuenta. La adrenalina lo invitaba a salir corriendo: "Si no me frena Antonio Banderas, creo que me voy corriendo fuera del Palacio de Congresos y llego corriendo hasta Málaga". El también actor malagueño lo recibió con los brazos abiertos y fue directo a él. "Me medio recompuso y me condujo al escenario, 'venga, sube, sube', porque la verdad es que estaba loco", comenta.

El vídeo de su reacción se hizo viral: "Al principio digo, '¿Esto qué chalaura es?', esto es como aterrizar y decir que esto está pasando, la gente me ha votado, esto es increíble". Esa euforia, unos días más tarde, se ha convertido en agradecimiento a los compañeros y a las muestras de cariño. "Ha sido especialmente bonito recibir tantas muestras de cariño y de gente alegrándose por mí", se sincera.

Ahora está mejor de la pierna. Sigue con una "pequeña dolencia en el menisco": "Creo que el rato que estuve sentado fueron los cinco minutos antes de la gala, dijeron mi nombre y luego cuando volví a la gala, el resto del tiempo; por la mañana, de los nervios, no paraba quieto". Antes de la gran cita del cine español, desfiló por la alfombra, hizo varias entrevistas y, al "forzar la pierna, al día siguiente tenía una tendinitis como un demonio".

Para él, ganar la estatuilla no es un trofeo ni un premio que nace de la competencia entre los nominados. Es una celebración compartida entre compañeros. "Esto se trata de arte, aquí no se compite, aquí se comparte", cuenta con una sonrisa sincera. Para el malagueño, estar nominado "con esos pedazo de actores" ya le parece un sueño: "Es una demostración de cariño de los compañeros y de las compañeras y así lo recibo y así estoy agradecido".

El actor se adentra en el mensaje profundo que le dejó la película y afirma con convicción que el largometraje "habla de muchos problemas que, por desgracia, están vigentes en la actualidad". Con esta declaración, Salva Reina reconoce que el cine y la cultura tienen el poder de abrir debates y de remover la conciencia social: "No pretendo tampoco ser profeta de nada, ni reivindicar nada, solo transmitir un poco lo que yo he aprendido de esta película".

En un tono reflexivo, subraya que "el cine, la cultura y el arte nos permiten contar historias y esas historias remueven conciencia y generan debates desde la opinión, desde el amor, desde el cariño" y, en su opinión, "desde un punto de vista constructivo, abrir debates que nos mejoren a todos como personas y como sociedad". El actor admite haber recibido mensajes a través de las redes sociales sobre el discurso en contra de etiquetar a los migrantes como ilegales: "Me ha escrito mucha gente y, aunque algunas críticas han surgido, intento hablar con ellos desde la concordia".

El también humorista afirma sin titubear que "ninguna persona puede ser ilegal, por concepto, porque las personas no son delitos, las personas son rubias, altas, bajas, morenas". Invita a replantear la manera en que se nombra a aquellos que buscan un futuro mejor: "Es importante que nombremos las cosas como son porque las cosas como se nombren generan expectativas y nombrar a las personas como ilegales no genera una motivación positiva hacia esas personas".

Reina recalca que "hay que tratar los casos como son y evidentemente estar en contra de los delitos", pero "no poner etiquetas" porque "no son buenas para nada, en ningún ámbito", independientemente de las ideas políticas y sociales que se tengan. El actor continúa explicando que, en su experiencia, el arte tiene el poder de "generar debates, restaurar vidas, hablar de circunstancias que nos implican a todos", y subraya que "lo hace la cultura, no lo hacen otras industrias", resaltando la capacidad "transformadora" de la cultura en la sociedad.

Tiene el Goya al lado, lo mira con cariño, con un brillo en los ojos que lo transmite todo. Del presente viaja al pasado: "Siempre he tenido esta vocación desde pequeño, lo único que pasa es que es una profesión complicada y cuando te vas a estudiar, no tuve la valentía de hacer arte dramático y estudié otras cosas". Si se encontrase con el Salva Reina de hace 20 años, tiene claro que le diría que "siguiera con los pies en la tierra, trabajando, formándose": "Aprendiendo de los compañeros y de las compañeras, que es la mejor escuela, y que confiara, que esto es un camino largo y que disfrutara del camino".

A día de hoy, sigue disfrutando del camino. Mirar hacia atrás es hacer un recorrido por su trayectoria. Desde S.O.S Estudiantes en 2004, hasta Allí Abajo (2015-2019), La isla mínima, Malaka, Señor, dame paciencia, Isósceles o El 47, su filmografía es amplia. Al audiovisual se suman sus actuaciones en directo con obras como Full de Reyes y Reina junto con Pedro Reyes o la reciente Abre fácil. Si mira hacia delante en su camino, deja abierta la puerta a nuevas colaboraciones: "Hay alguna cosa a la vista, pero nada cerrado con contratos, estoy con la agenda abierta si alguien quiere proponer cosas, maravilloso".

Sonríe. Se ve a sí mismo como un artista "flexible, adaptable", más que cuando le dicen que es versátil: "Entender cada historia como se merece, darle al personaje que te toca interpretar y darle vida como el director o la directora quiera contar esa historia". Trabaja para poder hacer una comedia, un thriller, para poder hacer algo de época, que no ha hecho nunca –deja entrever con media sonrisa–, o un drama. "Yo estoy encantado de seguir contando historias, que es lo bonito de esta profesión", admite.

Por si fuera poco, Salva Reina también es el gerente de La Cochera Cabaret, un espacio cultural que ha ayudado a forjar su carrera y a apoyar la cultura en Málaga. "La Cochera Cabaret es un espacio que espero que los lectores y las lectoras lo conozcan, es un espacio abierto a la cultura, en el distrito este, en la avenida de Los Guindos", declara con orgullo. Menciona además que "se creó respondiendo a una inquietud" suya y, al mismo tiempo, "a una necesidad de la ciudad". Abrió sus puertas hace 13 años. Más de una década de esfuerzo y cariño que han consolidado ese espacio.

La sala abarca desde el cine hasta la danza, pasando por teatro, teatro infantil y familiar, música y poesía. "Tenemos una sala de exposiciones, tenemos un espacio abierto a la cultura para todos y para todas", añade con orgullo. En el momento en el que se creó, lamenta que "no había salas de estas características" en la ciudad y defiende que era "necesario para la ciudad tener un espacio así".

A raíz de la sala, han surgido productoras de eventos y productoras teatrales bajo el mismo nombre: "Tenemos ahora mismo cuatro espectáculos de gira y también ha surgido una productora de cine". Isósceles y Tregua(s) son los dos largometrajes que ya ha estrenado con la productora. También un cortometraje, Mierda para mamá, que les "está dando también mucha alegría por los festivales". "En 2025 esperamos que vea la luz nuestro tercer largometraje, Hora y veinte, un thriller, y seguimos trabajando en esas líneas", adelanta Reina.

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