Un triángulo urbano para recorrer de la Málaga fenicia a la contemporánea

Tres mil años de historia se pueden concentrar en sólo un triángulo urbano. La ciudad de Málaga brinda ese privilegio en el paseo que comprende las calles Alcazabilla, Granada y Císter. El Teatro Romano, el Museo Picasso, la Catedral y La Aduana son sólo algunos ejemplos de paradas de rigor del viandante en la narración histórica de la ciudad. Ayer, Manuel Corrales, director del Teatro Romano, recordó en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés cómo un "sector tan pequeño" puede resumir el paso de "fenicios, púnicos, romanos, árabes, cristianos hasta llegar a la Málaga de Picasso", relataba Corrales. Agora Mediterránea. La ciudad como espacio de cultura, es uno de los diez proyectos del II Plan Estratégico de la Ciudad de Málaga para el desarrollo del modelo de ciudad que se quería generar. En este sentido, el ponente hizo hincapié en el Museo Picasso como eje de este recorrido y "donde coexisten pasado y contemporaneidad" tanto por los restos fenicios del subsuelo como por su contenido museológico. Más allá del relato arqueológico, la ciudad se escribe también a través de sus monumentos. "La manzana que rodea al Palacio de la Aduana s un ejemplo de la revitalización de la trama islámica de sus casas", expresó Corrales para añadir otras referencias de ese paisaje monumental urbano a través de edificios singulares como "el del Rectorado o el Banco de España", enumeró.

Respecto al entorno del Teatro Romano, el experto subrayó la necesidad de que concluyan las obras de la calle Alcazabilla "para que Málaga pueda enseñar su pasado y su presente". El discurso arqueológico que ofrece su centro de interpretación quedará completo cuando finalmente se construya una pirámide de cristal desde donde se podrán admirar los restos de la factoría salazones que estuvo en funcionamiento entre los siglos IV y V después de Cristo. "La arqueología genera empleo y crea ciudad cuando se entiende que forma parte de la cultura y ésta es un valor estratégico ", concluyó Corrales.