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Málaga/El mundo que miran los ojos inquietos de los creadores gira y se renueva. Se presenta diferente para cada observador. Se muestra en colores, se construye a partir de cubos, pierde el volumen, se abstrae en líneas de expresión. Igual mutan cada semestre las paredes de la Colección Museo Ruso de San Petesburgo en Málaga, que se expanden para acoger cada vez más nombres propios del arte gestado en Rusia y ampliar, así, el conocimiento del público a este lado de Europa. El centro expositivo inaugura este sábado tres muestras temporales que se podrán visitar hasta el 17 de abril de 2022.
La de mayor entidad es Vanguardias en el arte ruso, una exposición que transita por las primeras décadas del siglo XX a través de 88 piezas que establecen un diálogo exquisito entre decenas de artistas. A esta le acompañan dos muestras de menor formato, una dedicada al artista y poeta Vladímir Maiakovski y la otra al bicentenario del nacimiento de Dostoievski.
En total, 150 piezas artísticas, de las cuales 11 son esculturas. Para darles la bienvenida, la pinacoteca ha programado un fin de semana de entrada gratuita a las salas temporales, además de organizar visitas guiadas especiales. El lunes 1 de noviembre, el museo abrirá de forma excepcional.
En las cartelas se leen apellidos sobradamente conocidos: Chagall, Malévich, Kandinsky, Ródchenko. Pero también otros más ajenos al gran público foráneo como Lébedev, Puni, Kliun, Popova, Udaltsova, Medunetsky, Burliuk, Shterenberg, Grigoriev. Aunque no se trata de mirar por separado, sino de todo lo contrario, de observar coincidencias, de descubrir lugares comunes y dejarse llevar por el color y la composición de obras realmente inspiradoras.
La comisaria de la muestra, Evgenia Petrova, ha concebido un recorrido por la variedad estilística y la innovación de un periodo tremendamente rico. Los creadores rompieron con los cánones establecidos y alumbraron una nueva forma de concebir el arte, que beben de las vanguardias más occidentales y fueron, igualmente, influencia para éstas. Los 83 lienzos y las 5 esculturas que conforman la exposición proceden, en su mayoría, del Museo Estatal Ruso de San Petesburgo.
“Algunos de los artistas ya han pasado por aquí, pero lo importante esta vez es mostrar que las vanguardias fueron mucho más ricas de lo que se conoce en el mundo”, explica Petrova. “Nuestro objetivo es ampliar los conocimientos de los espectadores europeos, mostrar este periodo en toda su amplitud”, agrega la comisaria.
Al neoprimitivismo de los primeros años de 1900 se dedica la primera sala. La influencia del arte africano, del que procedía de Japón o la India se destila en algunas creaciones. “Los artistas se giraron hacia el arte popular, hacia los iconos, y lo que no se consideraba antes se reinterpretó para crear un lenguaje nuevo”, dice Petrova. De ahí se pasa al futurismo, “movimiento que parte de Italia y los rusos lo aceptan en 1905, florece en la literatura y en el arte”, indica la comisaria.
También se dedican espacios a la abstracción, en la que desaparecen formas y volúmenes, al suprematismo, al constructivismo y la figuración. “En las décadas de los 10 y los 20 la abstracción fue muy popular en Rusia, también el constructivismo, utilizaban materiales metálicos, maderas, objetos y los convertían en arte”, subraya Petrova.
Los responsables de la muestra aseguran que la diversidad del arte ruso en las primeras décadas del siglo XX es uno de los rasgos distintivos llamativos, por lo que no se puede hablar de vanguardia en singular, sino de vanguardias, múltiples y todas ellas carismáticas.
Además, muchas piezas no podían encasillarse en una sola corriente. En el trabajo de los artistas, a menudo se mezclaban o combinaban diferentes estilos, dando lugar a imágenes totalmente específicas e independientes debido a su singularidad. La pintura figurativa, por ejemplo, también agregó aspectos innovadores y experimentó un vigoroso desarrollo. Basten las piezas de Chagall como muestra. En esta ocasión, el museo malagueño vuelve a traer la obra El paseo.
“Dentro de cada etapa hay varios estilos y formas, no se podían nombrar todas con una sola palabra”, apunta la comisaria. “Intentamos que el espectador se aleje de una idea simplista de lo que fue la creación de ese periodo en Rusia, las vanguardias cambiaron la visión de los artistas en el mundo y su trabajo los conectó con el resto de Europa”, agrega Vladimir Gusev, director del Museo Estatal Ruso de San Petesburgo.
En el Espacio 3 se repasa la figura del poeta Vládimir Maiakovski, que sobrepasó los límites de la literatura para adentrarse en otras interpretaciones artísticas de sus inquietudes, desde la creación plástica a la interpretación. La muestra en el centro malagueño está compuesta por 40 lienzos y dos esculturas, procedentes en su mayoría del museo matriz. Fue miembro destacado del futurismo, formó parte de un grupo de actores en el primer tercio del siglo XX y un emisario de la Revolución rusa.
En la muestra se pueden ver litografías, fotografías, carteles y esculturas. Algunas obras sobre él y otras realizadas por el propio Maiakovski, que en 1921 tuvo un encuentro con Picasso. “El poeta también tenía vocación de artista y aquí mostramos algunas de sus obras”, explica la comisaria Evgenia Petrova y relata que hace un siglo se reunió con el genio malagueño.
El malagueño dijo de Maiakovski que era un adelantado a su tiempo y para Maiakovski Picasso era uno de los creadores más importantes del mundo, por lo que la admiración era mutua, según considera la comisaria. “No es una gran exposición pero es importante mostrarla en este espacio”, apunta Petrova.
En el bicentenario del nacimiento de Fiódor Dostoievski, la Colección del Museo Ruso presenta una pequeña muestra o exposición “cápsula”, como la han denominado, que ofrece una visión intimista del escritor, que fue un gran amante del arte y mantuvo relaciones de amistad con un buen número de artistas.
El Museo Estatal de San Petesburgo posee una gran colección del escritor porque su juventud transcurrió en el Palacio Mijáilovski, Palacio de Ingenieros, que actualmente es uno de los edificios que pertenecen a la pinacoteca.
La muestra en Málaga se compone de 16 lienzos y 4 esculturas. Una de ellas es la máscara funeraria del rostro de Dostoievski realizada tras su muerte por un escultor desconocido. También se incluyen retratos e ilustraciones y pinturas basadas en sus obras. Este bicentenario se celebra con exposiciones simultáneas en San Petesburgo y Moscú.
Además de la presentación de las tres exposiciones temporales, se inauguró la escultura de más de cuatro metros titulada Triunfo del sol, de Vasily Klyukin, instalada en el acceso sur de la Colección del Museo Ruso. Esta pieza es un depósito de la Fundación Amigos del Museo Estatal Ruso, que presentó su actividad en un acto institucional celebrado el pasado 20 de octubre. Antes de su llegada a Málaga la obra se ha podido ver en Moscú y en Viena.
Al acto de presentación de las exposiciones acudieron el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el embajador de la Federación Rusa, Yuri Korchagin y el director del Museo Estatal Ruso de San Petesburgo, Vladimir Gusev.
Los acompañaron la concejala de Cultura, Noelia Losada, el director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Picasso y otros Equipamientos Museísticos y Culturales, José María Luna, la comisaria de las muestras, Evgenia Petrova y el director comercial de Caixabank en Málaga, Córdoba, Jaén, Campo de Gibraltar, Ceuta y Melilla, Gerardo Cuartero.
“Se está produciendo una mejora constante de la calidad de las exposiciones y con ellas se refuerza la proyección de Málaga en el panorama cultural”, apuntó Francisco de la Torre. El alcalde aludió al “interesantísimo recorrido por los principios del siglo XX” y del orgullo que supone tener en Málaga esta exposición.
José María Luna destacó que éste es uno de los “proyectos más ilusionantes” llevados a cabo desde la constitución del museo en 2015. Por su parte, la concejala Noelia Losada indicó que se abrirán las puertas de la pinacoteca este fin de semana para que malagueños y visitantes se acerquen a sus salas.
“Al principio del proyecto había algunas dudas, el arte ruso es poco conocido y se pensó que no atraería a muchos visitantes, pero ya han pasado más de 600.000 personas por aquí y hemos prolongado la colaboración diez años más muchos antes del fin del contrato actual”, señaló Vladimir Gusev. Hasta abril tienen tres nuevos motivos para regresar.
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