La vida después de Harry Potter

Los comienzos de Harry Potter fueron más bien duros. El manuscrito de su primera aventura, La piedra filosofal, escrito por J. K. Rowling en una precaria situación, fue rechazado por varias editoriales allá por los 90. Lo que vino después ya se sabe: colas y más colas en las librerías, salidas a la venta vividas con más pasión y disfraces que los estrenos cinematográficos, ediciones agotadas al cabo de horas y niños entregados a la noble tarea de absorber volúmenes de 800 páginas en un par de días. Este año, la saga llegó a su fin con su séptima entrega, Harry Potter y las reliquias de la muerte. Así que cabe preguntarse quién sucederá a este tremendo éxito en la historia de los best sellers en la literatura juvenil.

Pocas personas pueden guiar al periodista en esta búsqueda sin salir de Málaga como Juan José Barrionuevo, librero y responsable de la librería Libritos, en calle Cister. Preguntado al respecto, y sin salir de los márgenes de edad de los lectores de Harry Potter, Barrionuevo señala sin dudar a Cornelia Funke, autora alemana de gran éxito y heredera directa de su maestro y compatriota Michael Ende. La última trilogía de esta escritora, formada por los volúmenes Corazón de tinta, Sangre de tinta y Muerte de tinta y protagonizada por una niña capaz de convertir en realidad lo que ocurre en los libros, es ya por derecho propio un auténtico fenómeno de ventas muy cercano a lo que ha sido la obra de Rowling. "Casi todos los niños que leyeron a Harry Potter se han hecho después con la Trilogía de tinta", explica Barrionuevo, quien apunta que no resultaría difícil ver a Funke convertida en próximo fenómeno mediático. De hecho, la versión cinematográfica de la trilogía ya ha sido anunciada en Hollywood.

En esta triple propuesta de Funke (autora de otros libros deliciosos como El jinete del dragón) se encierran las dos claves esenciales que competen a todo best seller juvenil que se precie: "La estructura en sagas, con varios libros, y una adaptación cinematográfica, al menos anunciada", apunta Barrionuevo. Es el caso de Skulduggery Pleasant, un zombi con poderes mágicos (ideal para Halloween) creado por el irlandés Derek Landy y protagonista de una serie de siete entregas, de las que se han publicado en España las dos primeras. La película de turno ya está anunciada para 2011. "En cuanto a los niños les interesa un libro, en seguida preguntan cuándo aparece la siguiente parte y cuándo sale la película. Los autores y editores son muy conscientes y desde el primer momento establecen los plazos, el número de entregas y hasta las fechas de los estrenos de cine", explica al respecto Barrionuevo.

Otras sagas ya convertidas en best sellers y dispuestas a competir con Cornelia Funke para heredar el trono de Harry Potter son las historias de dragones reunidas en El legado del jovencísimo Christopher Paolini (la tercera y última entrega, Brisingr, apareció recientemente y ya es un éxito indiscutible, aunque espera convertirse en la próxima gran sensación navideña), la Saga del crepúsculo de Stephanie Meyer (formada muy gruesos volúmenes cuya adaptación cinematográfica también ha sido anunciada) y las Leyendas de Otori de Lian Hearn, que se prolongarán durante cinco partes. Todas ellas comparten los registros de literatura fantástica, misterio y apuntes esotéricos.

¿Y los clásicos? No ya los decimonónicos victorianos como Lewis Carroll y Charles Dickens, sino los del siglo XX, como Roald Dahl (Matilda, Las brujas, Charlie y la fábrica de chocolate) y el citado Michael Ende (La historia interminable, Momo). ¿Se venden aún? José Barrionuevo responde tajante: no. "Muy poco. Sólo vuelven cuando los recomiendan como lecturas en las escuelas o cuando se hacen películas, circunstancia que las editoriales aprovechan para relanzarlos". Aquí, ya ven, el cine manda.