Cerro del Villar deja al descubierto la vida residencial e industrial de la Málaga fenicia
El equipo ha hallado hornos cerámicos y metalúrgicos y ánforas de salazones
La tercera campaña arqueológica reafirma que se trata de uno de los asentamientos mejor conservados del Mediterráneo Occidental
La Málaga fenicia al descubierto: el Cerro del Villar revela cómo era la vida hace casi 3.000 años
Cerca de cinco hectáreas en la desembocadura del río Guadalhorce aguardan un secreto que poco a poco descubre cómo era la civilización hace tres milenios en Málaga. Los fenicios se asentaron en el Cerro del Villar en el siglo VIII a.C. y dejaron una huella de la que era su vida: edificios con cocinas, almacenamiento, otro espacio destinado a lo marítimo y hasta hornos para hacer cerámica y metalurgia. El equipo investigador ha terminado la tercera campaña reafirmando que se trata de uno de los asentamientos fenicios arcaicos mejor conservados del Mediterráneo Occidental y con mayor potencial para el estudio de este periodo, tal y como ha indicado el jefe del equipo y arqueólogo José Suárez.
El director de la investigación asegura que lo más "espectacular" es el mantenimiento de las paredes de barro del edificio fenicio, que se ha conservado gracias a un incendio que hubo hace unos 2.700 años: "Permitió que sepamos exactamente qué era lo que había, todas esas ánforas que han aparecido y que formaban parte del primer momento de ocupación, de un determinado sector del yacimiento en esa época". No se puede afirmar que se trate de un incendio provocado y sospechan que tuvo que ver con las inundaciones que ocurrieron en esa etapa, asociadas al desbordamiento del río. "Hemos encontrado seis ánforas en distintas habitaciones, rotas en fragmentos, pero perfectamente conservadas y que se pueden reconstruir", ha explicado.
Han descubierto tres estancias, pero "el edificio todavía queda por investigar" y es posible que el año que viene hallen "más cosas que se hayan destruido y que sigan estando en esos contextos". Suárez apunta que el episodio de temporal marítimo de Levante pudo ser determinante para que el Cerro del Villar "perdiera el papel" que había tenido en el siglo VII y se optase por la instalación de un nuevo asentamiento fenicio, amurallado, en el margen izquierdo del Guadalmedina, "el origen de Málaga". "Tenemos 50.000 metros cuadrados y llevamos menos de un 5% excavado, queda mucho yacimiento por investigar, cada año avanzamos unos 300 o 400 metros cuadrados", tal y como ha señalado Suárez.
Se trata de un "trabajo lento" porque hay "mucho que procesar" y esto exige un proceso "muy exhaustivo de documentación". En la investigación asoma un edificio que aún desconocen su carácter porque tiene zonas de almacenamiento –por las ánforas– y no saben si es una residencia o "una residencia compleja" que tiene su zona de almacenamiento, de taller: "Hay claramente un primer edificio y un segundo más grande que se le superpone". Este es el que define el urbanismo "complejo", con calles y manzanas del siglo VII.
Zona residencial y zona industrial
Con los estudios geofísicos, el equipo de arqueología tiene claro que la zona residencial se sitúa en el centro, mientras que los talleres de industria se ubican en la periferia: "Hemos encontrado hornos de producción cerámica de época fenicia, del siglo VI, en una fase más avanzada", ha dicho Suárez. No es hasta el siglo II a.C. que los romanos se superponen a estos y que se quedan hasta el siglo V d.C. En la zona residencial se puede observar un edificio superpuesto al otro, con un suelo más alto para evitar inundaciones y catástrofes como ocurrió con el primero.
Un ungüentario y una cabeza femenina de terracota también son otros hallazgos que han encontrado de la misma época que las anáforas. Pueden estar vinculadas con actividades de ofrenda o de depósito que puedan tener que ver con un antiguo templo o sitio sagrado para "dejar regalos a las divinidades". También ha aparecido un pendiente de cobre, rodeado de "otros restos de actividad cotidiana", es decir, "como los pendientes que se pierden hoy en día". Por otro lado, a pocos metros se encuentran otros edificios con una orientación "más vinculada a la actividad marítima", posiblemente una zona de puerto o fondeadero. Apareció un fragmento de ancla, "un ancla rota", una zona que "permite pensar" que la zona donde llegarían las embarcaciones se encontraba allí mismo.
En cuanto a la zona industrial, que se ubica en la periferia y a varios metros de distancia del poblado fenicio, han descubierto hornos metalúrgicos y cerámicos. "Sobre todo, son envases para el contenido, tanto de salazones como agropecuario o para el vino y se puede intercambiar en el Mediterráneo", ha explicado Suárez. De hecho, ánforas de ese mismo tipo, con el mismo barro, hechas en Málaga, han aparecido en Atenas, Grecia, porque también se exportaban. "Hemos encontrado toberas, piezas de barro donde se emite fuelle para que suban las temperaturas", ha indicado el arqueólogo. Todo apunta a que la actividad metalúrgica era de hierro o de bronce.
El catedrático de Arqueología de la Universidad de Málaga Bartolomé Mora ha explicado que las ánforas fueron fabricadas en el siglo V para salazones, sobre todo, de pescado. También se creaban en Cádiz, por lo que su producción coexistía en ambas provincias: "La pasta de Málaga era diferente a la de Cádiz y se han encontrado en Corinto por la exportación, estaban producidas en el Cerro del Villar". También ha incidido en el hallazgo de los hornos metalúrgicos situados a las afueras de la civilización.
Tras cuatro semanas de excavaciones ya han concluido los trabajos realizados en el asentamiento, liderados por la UMA y subvencionados por la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, con el apoyo del Ayuntamiento y de la Fundación Málaga. Bajo el nombre Cerro del Villar: naturaleza y temporalidad del proyecto territorial fenicio arcaico en la bahía de Málaga el equipo científico -100 personas en total- ha estado formado por investigadores de la UMA, así como de universidades andaluzas e internacionales, como Chicago (Estados Unidos) y Marburgo (Alemania), instituciones con las que se está formalizando convenios de colaboración. Además, se ha contado con especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) y de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI).
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