Roberto Scholtes
Implicaciones de una Reserva Federal en pausa
Tribuna Económica
Hay una relación entre calentamiento global y lluvias extremas, probada en el trabajo de Robinson y otros Increasing heat and rainfall extremes, Nature(2021), donde muestran que aunque hay una variabilidad natural, las medias mundiales de calentamiento llevan a que 1 de 4 de estos fenómenos sean generados por los humanos. Hasta ahora se veía más en los trópicos pero algo está cambiando y son frecuentes catástrofes en la zona norte, y desde luego en el Mediterráneo. Esto lo analizan Urdiales-Flores y otros en Drivers of accelerated warming in Mediterranean climate-type regions, Nature (2023), donde los gases de efecto invernadero, de aerosol, radiación solar, urbanización y pérdida de capa vegetal, son variables significativas para la aceleración del calentamiento en el Mediterráneo. Lo importante es que junto a efectos que se generan localmente hay otros globales difíciles de valorar, pero que existen. En el trabajo de Insua-Costa y otros, A global perspective on Western Mediterranean precipitation extremes, Nature (2022), se ve que el 35% de las causas de lluvias extremas están en el propio Mediterráneo, el 25% se origina en el Atlántico Norte, el 10% por evapotranspiración en Europa continental, y el 30% que queda son redistribución de energía atmosférica a escala global; a veces ocurre a través de África, pero no necesariamente tiene su origen en ese continente. Los tres son trabajos que buscan tendencias temporales, con intervalos de confianza para mostrar la incertidumbre con la que se trabaja, como es la propia variabilidad de la naturaleza, y aislar lo que explica cada una de las variables que entran en juego.
Cinco ideas surgen de aquí. Primera, que el fenómeno de lluvias extremas no es algo extraordinario, cuando el aire húmedo y caliente sube y choca con aire frío, pero sí lo es que se de una concentración de nubes que descargue en unas horas el equivalente a un año (636 litros por metro cuadrado fue la media española para todo el año 2023). Segunda, como esta situación no es reversible vamos a sufrir estos fenómenos con más frecuencia, intensidad y duración, y el pasado será una referencia relativa frente a los efectos futuros del cambio climático. Tercera, infraestructuras, urbanización, capa vegetal, educar a la población, empresas y administraciones locales en el sentido de las alertas y el riesgo, son vitales para paliar desgracias, pero no están en la raíz del problema. Cuarta, el calentamiento tiene una parte local, pero otra es del resto del mundo, de ahí el mérito tanto de los que se esfuerzan en evitar barbaridades urbanísticas, como de los que llevan décadas luchando porque se afronte el cambio climático como el gran problema global.
Y por último, frente a bulos e información anecdótica, hay que profundizar y discutir estos trabajos publicados en revistas científicas, de libre acceso, y datos disponibles para poder replicar los resultados. La visión de la complejidad medioambiental es la esencia de su conocimiento, y también de una política, porque como dice la escritora Yiyun Li: “qué puede hacer alguien con un simple hecho que, como un punto, empieza y termina en sí mismo; hacen falta dos puntos para marcar una línea, y más si quieres abarcar la vida”.
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