España-Holanda con Iniesta en la memoria

Siempre a falta de pan son buenas las tortas y en este larguísimo tiempo de vísperas de derbi nos estalla en la cara un interesante España-Holanda. Interesante por lo que siempre ha significado un duelo con los tulipanes y de hecho son los actores de reparto más importantes en la película de nuestro fútbol. Holanda, o Países Bajos, fue el compañero de aquel viaje histórico que fue la final de 2010 en Johannesburgo.

Aquel gol de Iniesta con la propina del providencial desvío de Iker Casillas al fusilamiento de Robben son datos que prevalecen en la compartida historia de españoles y neerlandeses. Lejanísima queda la primera vez, que fue en la tarde que Alfredo di Stéfano vistió debutó con la camiseta española. Otro dato en este camino común fue el regalo de Miguel Reina, despavorido ante la presencia de Johan Cruyff o cómo olvidar el testarazo de Van Persie en Brasil, o sea...

Lo de esta noche en Mestalla es la posibilidad de hacerse un hueco en la semifinal de la Liga de Naciones como paso previo a la renovación de dicho título. El gol de Mikel Merino en el alargue de la ida vale su peso en oro, pues permite que no haya que remontar a un rival jugando con blancas. El eficiente todocampista navarro ya tiene sitial de privilegio en el capítulo de goles decisivos, ya que el pasado año logró el tanto que le daba a España el pase a semifinales de la Eurocopa.

Reconvertido en el Arsenal en ariete errante por Arteta, Merino se ha convertido en un jugador con vitola de revulsivo, por lo que no suele ser de la partida inicial. Juegue quien juegue, el compromiso de esta noche frente a la tropa de Ronald Koeman tiene todo el contenido que encierra un acontecimiento. Holanda, perdón Países Bajos, parte en igualdad de condiciones que su viejo verdugo, pero nadie duda de que España parte con más papeletas de favorito que los tulipanes.