
Rafael Salgueiro
Nuclear sí, por favor
Una vez han pasado por el placentero trámite de presentarse en el escaparate del Festival de Málaga a las películas les toca la hora de la verdad. Hay que estrenar y apenas hay fechas libres para no coincidir con otra española. No digamos con un título de las majors, que los sacan un viernes sí y otro también. Los 53 largometrajes de la sección oficial más los siete de Zona Zine suman 60 películas que inician su carrera comercial desde este mismo fin de semana.
Los primeros en debutar ante el público son ‘8’, de Julio Medem; ‘Los Aitas’ de Borja Cobeaga y ‘Un año y un día’, de Álex San Martín. De aquí hasta el inicio del verano podrá verse en salas el grueso de los sesenta títulos exhibidos en las citadas secciones. Y aquí viene la parte más peliaguda del proceso. Porque muchos de estos títulos aplaudidos y vitoreados en Málaga no encontrarán su público.
Desayunarse los jueves con las cifras oficiales de taquillas que suministra cada semana el Ministerio de Cultura a través del ICAA (Instituto de las Artes Audiovisuales) hace que según qué mañanas se atragante la tostada. En demasiadas ocasiones nos encontramos con que han sido apenas mil los espectadores que han visto entre el viernes y el domingo de su estreno tal o cual película. Títulos que están condenados, puesto que de esos resultados depende su vida en la segunda o tercera semana. Algunos serán apeados de la cartelera sin contemplaciones por no lograr unos mínimos exigibles en cada sala, siendo sustituidos por la docena de títulos nuevos que acecha cada viernes. Ese es un tema mayor, una cuestión capital de la que no se ha hablado como se merece a lo largo del Festival.
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