Antonio Méndez

Un viaje al corazón de Málaga

31 de diciembre 2016 - 02:09

Los Malagueños de hoy son un viaje ininterrumpido de historias, relatos de la vida de Málaga que nos emocionan por el simbolismo que representan, por la fortaleza humana de sus actores, por la perseverancia en alcanzar un sueño y porque muestran la grandeza que nos permite mirarnos en el espejo de su gran aventura.

En este año del Brexit, Mario García tiene oficina en Londres y en Málaga. Estudió en Maristas y en Gaona y no sé qué le inculcaron, porque después de pasar por la Facultad de Informática de la UMA y con los ecos de la crisis del 95, decidió dar con lo puesto y su novia que iba de Erasmus, el salto a Inglaterra. Trabajó en varias empresas informáticas hasta que en 2001 recaló en Sequel Business Solutions. Siete años después se unió a la firma como directivo y en 2012 se convirtió en accionista mayoritario y consejero delegado.

Sequel es hoy una compañía global, especializada en aseguradoras, con clientes en 26 países, que acaba de cerrar su ejercicio con una facturación de 25 millones y 8 de beneficios. Pero en 2007, Mario García, decidió dar el salto inverso. De Londres a Málaga, al Parque Tecnológico. Allí abrió una oficina. Dice que no lo hizo ni por ardor patriótico ni por hacer un favor sino porque existía un potencial extraordinario y porque creía que iba a contar con los trabajadores más preparados de Europa, los alumnos de informática de la UMA.

No debió ser una decisión equivocada del todo, porque hace tres años la sede malagueña de Sequel tenía 35 trabajadores, ahora ya son 66 y calculan que podrán llegar a 200 y opina que Málaga será clave en el nuevo salto que se propone: Estados Unidos.

Una de las noticias más relevantes de este 2016 ha sido la inauguración del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana. Los tesoros del quinto museo mayor de España, y el mayor de titularidad estatal en Andalucía, corresponden, por derecho, a todos los malagueños, que disponen así en este centro de un espejo fiel en el que reconocerse.

Pero hay una clave que hace de la inauguración del Museo de Málaga un episodio trascendental: y es que con ella no se cumple una voluntad política, sino el sueño de una ciudadanía que salió a la calle a reclamar lo que ahora nos ha sido devuelto. En 1997 se constituyó como comisión ciudadana la plataforma La Aduana para Málaga, un colectivo amplio y diverso, en el que quedaron representados numerosos órdenes de la sociedad malagueña y que el 12 de diciembre de aquel año salió a la calle para reclamar el uso museístico del emblemático edificio del siglo XVIII. A la primera manifestación de diciembre de 1997 siguieron otras hasta que la reclamación "La Aduana para Málaga" se convirtió en un clamor popular con un objetivo inédito en la historia de España: ganar un museo.

Los trabajos ya se han iniciado y en abril de 2017, en una nave entre la Avenida Velázquez y el Martín Carpena, se producirá el esperado reencuentro, con cien empleados como testigos. Los renglones de esta historia, que ha comenzado a escribirse este año, van más allá, y suponen el esperado regreso de un hijo pródigo.

Porque Cerveza Victoria fue fundada en 1928 por Luis Franquelo, y aguantó como marca independiente hasta los años 90. En 1996, hace ahora veinte años terminó la producción de la antigua fábrica que aún se conserva cerca de los Prados. Hemos de agradecer al grupo Damn y también a la iniciativa de algunos hosteleros malagueños que siempre han apostado por esta marca, que en un futuro muy próximo se convertirá en realidad un lema que forma parte del imaginario malagueño: "Victoria, malagueña y exquisita".

Nos quedamos encandilados con aquel equipo de Pellegrini pero este año también hemos disfrutado de un conjunto de Champion y muy nuestro, la consagración a un goteo permanente de jóvenes de las escalas inferiores que no sienten el menor temor a jugar en la Rosaleda y desafiar al mundo. Su entrenador es Sergio Pellicer que jugó con el Málaga en Segunda B. En 2015 ganó con el Juvenil A la Copa de Campeones de España. Y este año dirigió al conjunto en la Youth League y marcha líder en la Liga. Ahora será el segundo del Gato Romero en el primer equipo.

Esta generación del 97 viene pegando fuerte desde 2013 cuando ganaron la Copa Coca Cola, campeonato de España oficioso en categoría cadete. Allí estaban Ontiveros, Luis Muñoz, Kuki Zalazar, el portero Samu Casado, que cuando jugó la final de la Copa de España ocultó que se le acababa de morir su abuela, Arturo Segado, el capitán del equipo juvenil campeón y Brahim, el niño que se llevó el Manchester City. Como Segado, que es de Andújar en Jaén y fichó con 13 años, muchos de los canteranos del Málaga son jugadores de Andalucía oriental.

Luis Muñoz, Mikel Villanueva, Recio, Ontiveros, Juanpi, Pablo Fornals y En-Nesyri han jugado ya en el primer equipo. Casi un tercio de la plantilla formada en Málaga. Pero además, han ido convocados en algún partido Aarón, Kuki Zalazar y Mula. Pero en estos últimos cinco años no nos podemos olvidar de Juanmi, Samu Castillejo, Samu García, Sergi Darder y Portillo, que fueron vendidos por un total de casi 40 millones de euros y marcaron el camino al resto.

Los responsables de cantera del Málaga suelen lamentar que todo esto se ha conseguido sin tener una sede centralizada para que los equipos trabajen, a diferencia de la gran mayoría de los clubes de Primera División. De ahí la importancia de la construcción de la Academia, algo que se ha dilatado demasiado.

Pablo recibió el alta hace apenas una semana. En su cuerpo aún se haya un 4% de la enfermedad y es pronto para saber cuál será su futuro. Es la última de las contiendas desde que hace algo más de un año le diagnosticaran leucemia a este marbellí de 20 años. Desde entonces decidió compartir sus vivencias en un diario virtual: sus sesiones de quimio, el trasplante de médula de su padre que no pudo evitar que a los diez meses recayera.

Hasta que en noviembre conseguía un nuevo donante de Estados Unidos. Pablo se ha propuesto una misión. Conseguir el mayor número de trasplantes de médula, un millón si es necesario. Y en ello está. Tiene más de 400.000 seguidores en Instagram y casi 300.000 en Facebook y desde las redes su palabra es un alegato contra la enfermedad en toda España, donde cada año se diagnostican 5.000 nuevos casos. Hace unos días escribía en su Facebook: "Todo no va tan bien como debía, debo ser paciente, confiar y no rendirme porque todavía me queda camino en este carrera de fondo. No sé qué será de mí, pero nunca lo he sabido. Soy Pablo Ráez Martínez y yo no me rindo. Conmigo sólo podrá la muerte y será un regalo de la vida".

Así que Pablo se ha propuesto vivir el día a día y disfrutar del presente, que es como decir que Pablo simplemente se ha propuesto vivir y dados sus antecedentes cuando se empecina en conseguir un objetivo, quien le lleve la contraria corre serio riesgo de perder, por más que se llame leucemia. Él es una de las grandes imágenes de este año, su brazo armado de fuerza e ilusión simboliza la verdad frente a tantas tonterías que nos distraen de lo importante. Menos mal que ha decidido sacar su músculo por todos nosotros.

La vida, como el periodismo, es un viaje sin fin con muchas estaciones. Pero hay que saber siempre que el viaje continúa. Gracias a todos por hacernos mejores

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