Microcosmos
¿Por qué no el 8-M?
La colmena
No condenemos la marcha feminista antes de que se convoque. Deberíamos dar ejemplo. ¡Y se puede!
Este año no toca. Las mujeres debemos ser imaginativas y no exponernos en las calles con las manifestaciones del 8 de marzo. La vacunación va demasiado lenta y la tercera ola empieza a remitir, pero no lo suficiente. En una sociedad hiperconectada como la nuestra, las batucadas cada vez tienen más de festivo y de nostalgia que de músculo reivindicativo y de denuncia…
Hace una semana pensaba así. Antes de ser testigo del linchamiento público con que muchos nos estaban esperando, hubiera escrito así. Sin matices.
En el fondo, resulta difícil despegarse de la llamada a la prudencia a la que obliga la pandemia. No se trata de ser políticamente correctos, sino de asumir la temeridad que supone animar un domingo casi primaveral a salir a las calles en toda España bajo la bandera feminista. Y no podemos olvidar, ni negar, que hace justo un año fue el 8-M el punto de inflexión de la expansión del coronavirus en España. Podemos discutir si fue más o menos "imprevisible" y si hubo más o menos negligencia en nuestro país, pero no caigamos en criminalizar a la marea morada como el único signo de inconsciencia. Porque ahí está el Vistalegre de Vox de hace un año y ahí vuelven los apelotonamientos de los de Abascal con sus actos alternativos al 28-F este puente en Sevilla.
Admitamos también que no es una movilización anecdótica fácil de controlar. No cuando el Covid-19 ha tenido un marcado rostro de mujer. Dicen los expertos que hemos retrocedido 8 años. La brecha salarial ha escalado a 4.900 euros de media (6.000 en Andalucía) y somos nosotras las que, de nuevo, hemos tenido que dar un paso al lado en el mercado laboral. Otra vez las trampas de la conciliación. Más acoso laboral, más violencia machista y más derechos y libertades esquilmados.
Llego a los matices: llevamos meses con manifestaciones en las calles por la ruina de la hostelería -para el 15 anuncian una "masiva"-, acabamos de sumar las movilizaciones por el ataque de la PAC -en Granada han vuelto las tractoradas- y hasta tenemos la osadía de defender la "libertad de expresión" en nombre de un rapero delincuente con acciones "pacíficas" que son puro vandalismo.
¿Podemos manifestarnos, guardar las distancias de seguridad y evitar que se descontrole una protesta? Tenemos evidencias de todo. Con el 8-M deberíamos dar ejemplo; especialmente este año. ¡Y se puede! No lo condenemos antes de que se convoque. No hagamos (más) política cuando hablamos de justicia.
También te puede interesar
La ciudad y los días
Carlos Colón
La Navidad en la obra de Dickens
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Retorno de Páramo
El lanzador de cuchillos
Martín Domingo
Superioridad femenina
Lo último