¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
¿Dónde está la ultraderecha?
Mitologías Ciudadanas
Aunque igualar los logros de la gran mística española sea casi imposible -piénsese, por ejemplo, en el Cántico Espiritual, de San Juan de la Cruz, o en el Libro de las Moradas o Castillo Interior, de Santa Teresa-, lo cierto es que Toni Cantó lo ha intentado, cantando fervorosamente su oratorio místico a la Virgen "naif" del neoliberalismo español, doña Isabel Díaz Ayuso, durante los mítines en los que intervino a lo largo de la reciente campaña electoral a la Asamblea de Madrid. Y la verdad es que, todo eso que Cantó cantó, cual cofrade que de forma arrebatada desgrana plegarias y rogativas a la Virgen de sus amores, dio excelentes resultados electorales. Así, prerrogativa de Mater divinae grátiae, el nombramiento de Toni Cantó como director de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid, es incuestionable, pues Díaz Ayuso, "quiso, pudo y lo hizo". "Quiso", porque favor con favor se paga. "Pudo", porque para eso es la Presidenta y, además, no lo paga de su bolsillo, ni siquiera sale de las cuentas del PP, sino del contribuyente. Así que, como quiso y pudo, "lo hizo". Y lo hecho, hecho queda.
Es cierto que hay algo en la cara de Cantó que es como de cemento. No de mármol, ni de ninguna otra piedra más o menos dura. Cemento. No sé, tal vez restos de cicatrices de la pubertad, producidos por excesos de espinillas que no curaron debidamente… De cualquier modo, la cara, lo que se dice la cara -cemento o mármol-, la tiene bien dura. Pero, de ahí, a la inquina con la que ha sido recibido tan necesario nombramiento, hay un gran trecho. Que "es un mierda y va a cobrar 75.000 euros por rascarse los huevos a dos manos"; que es un chiringuito; que si nuestra lengua está en peligro, frente a los ataques que sufre en boca de los checos, moros y bosquimanos, a pesar de que ya existe para defenderla y difundirla el Instituto Cervantes o la Real Academia de la Lengua, la Oficina que va a presidir Cantó, debería llamarse Oficina del Castellano, dado que en el artículo 3 de la Constitución se recoge que el idioma oficial de España es el castellano, pues tan español es el castellano, el catalán, el eusquera, o cualquiera de las variantes lingüísticas que se hablan en nuestro país… O sea, tonterías. Lo cierto, Toni, es que te tienen envidia.
Pero, al margen de bromas, ¿qué está sucediendo en la política española, que una parte de la clase política -precisamente la que menos clase tiene- quiere que los ciudadanos nos tomemos la política a pitorreo? ¿Tal vez para esa clase política, eso sea una estrategia inteligente y rentable? "Tómese la política a choteo; ríase, incluso, de los políticos, que nosotros mientras tanto iremos haciendo lo que queramos". ¿No es este, al fin y al cabo, el modo de hacer política de los llamados neoliberales? Banalizar sin sonrojo la política y sus fundamentos: ese es el procedimiento. Si esa banalización, de forma táctica y coyuntural, además sirve para comerse los despojos de Ciudadanos, pues tanto mejor. En fin, que tras los despistes, supuestas improvisaciones y manifiesta incompetencia de Díaz Ayuso, hay talento político, aunque no sea de ella. ¡Ojo al dato!
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