Cuestión de criterios

Todas las propuestas presentadas han jugado con el condicionante que ha sido el coste del suelo

02 de junio 2024 - 00:45

Que la propuesta ganadora de un concurso de arquitectura suscite el comentario de la ciudadanía es algo normal. Como que los provoque entre los mismos arquitectos. Los procesos creativos llevan eso en su ADN: nunca son a gusto de todos. Y quien participa sabe que es muy probable que su propuesta inicial suscite ciertas reticencias que deberán despejarse a medida que se defina más el proyecto. La propuesta ganadora del concurso para el edificio de los antiguos cines Astoria-Victoria no iba a ser menos. Sobre todo, con un concurso tan condicionado por sus bases y antecedentes como este.

Todas las propuestas presentadas han jugado con el condicionante que ha sido el coste del suelo. El elevado precio al que se adquirió el solar impulsaba a los participantes a agotar las posibilidades de construir los 6.000 metros cuadrados de edificabilidad del solar de 1.500 metros cuadros, que, por otro lado, debía albergar todo el programa de necesidades definido por el ayuntamiento. Con la altura máxima permitida y las que requieren los diferentes usos a albergar, la masividad del resultado estaba servida y solo podía haberse evitado desde las propias bases del concurso. Unas bases que, a tenor de la propuesta ganadora, no parece que tuvieran en cuenta la relación que existía hasta anteayer entre la fachada del cine Astoria y la plaza María Guerrero. Ese ensanchamiento de la calle Álamos al desembocar en la Victoria que ahora queda deslavazado, con una fachada que no ordena el espacio al que se enfrenta. Un espacio público en el que el nuevo edificio se suma al hotel que se levantará sobre el antiguo cine Andalucía y el Neoalbeniz, sin que hayamos visto un Estudio de Detalle que explique cuál será el resultado.

El acta del concurso recoge la necesidad de que el proyecto contemple “un desarrollo más exhaustivo del material que compone la envolvente de la fachada”, con el objeto de que redunde “en una gran oportunidad para un equipamiento de estas características”. Lo que técnicamente no se sabe exactamente qué quiere decir, pero abre las puertas de la modificación de la propuesta. Otra cuestión a destacar es la descalificación de tres de los cinco finalistas por baja temeraria. Después de las discusiones de la Gerencia con el Colegio de Arquitectos a razón de los bajos honorarios ofertados para la realización del Catálogo del PEPRI Centro, cabe preguntarse por el cambio de criterio.

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