Juan López Cohard

Una España feliz

El zoco

25 de mayo 2021 - 01:31

Vivo en El Palo. Desde mi terraza, en días con el cielo nítido, puedo vislumbrar a veces los montes de Marruecos. Vamos que vivo en primera línea de Ceuta. Y me llena de estupor cómo la política agraviantemente estúpida de un lado y el estupro político por otro, han creado un conflicto en el que solo pierden los pueblos de uno y otro lado de la frontera.

Nunca fue la diplomacia la asignatura fuerte de la política española, pero este Gobierno ha superado la nota. Si ya Zapatero la cagó con EE.UU. despreciando su bandera, Sánchez ha molestado a Marruecos por haber sido el primer Presidente de España que no ha elegido a este país como su primera visita exterior. Después dejó de informarle, como siempre se había hecho, de la acogida en España del líder del Frente Polisario que, por otra parte, tiene cuentas con la justicia internacional, incluido nuestro país. Para colmo, delictivamente, lo acoge a sabiendas con pasaporte falso. Claro que esa forma de actuar del Gobierno Sánchez no viene de nuevo. Aún no sabemos nada del famoso caso Delcy. Encima, el Vicepresidente (entonces) del Gobierno, Iglesias, hace manifestación, sobre el conflicto Saharaui, en contra de los intereses marroquíes. En fin, diplomáticamente nos gobiernan unos linces. Laya y Cía. desconocen absolutamente lo que es el arte de la diplomacia y, especialmente, al vecino del Sur que es el más importante geopolíticamente (En política migratoria, antiterrorista, pesca, agricultura, etc.).

Claro que Marruecos, hablo del rey y su gobierno, no del pueblo, en una muestra de inhumanidad total, arrastra engañados a niños, jóvenes y menesterosos, jugándose la vida para llegar Ceuta. Provocando así una invasión camuflada como crisis migratoria. Y realmente lo es, porque lo dejaron todo para buscar una vida mejor. Por eso, los españoles, no podemos mirarlos como invasores conquistadores, sino como personas que no tienen medios de vida ni derechos humanos en su país. Y mucho menos descargar contra los menores de edad el sentimiento de ira que produce la repudiable estratagema del Gobierno de Marruecos. Porque las leyes internacionales, las propias y las humanas nos obligan, hemos de atender y acoger a esos menores de edad no acompañados. Al final todo pasará. España y Marruecos no tienen otra salida más que entenderse.

Y con este carajal montado, Sánchez nos entretiene con una especie de novela de ciencia ficción remedo de "Un Mundo Feliz" de Huxley. Un comité de expertos, que imagino será el mismo o similar al que nombró para solucionar la pandemia, nos dice cómo ha de ser la España de 2050 y las medidas aproximadas que se han de tomar. Si no tuviésemos presente los más de cien mil muertos de la pandemia, los 3, 6 millones de parados, el millón de afectados por un ERTE, los comedores sociales con colas monumentales y un endeudamiento de 1,4 billones (con "b") de euros de endeudamiento, o sea, el 125% del PIB, esto sería un chiste. ¿Cuánto nos habrá costado la broma?

Mientras, en Andalucía, Susana le pregunta a Juanma Moreno cuándo va a dejar de gobernar con Vox. Mejor debe preguntarle a Sánchez cuando va a dejar de Gobernar con Podemos, ERC y Bildu, porque por el camino que va del PSOE no va a quedar ni la P. Así sí que tendremos una España Feliz sin tener que llegar al 2050.

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