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No asistía a una manifestación desde mi época de universitario. Con Franco las manifestaciones tenían un punto de subidón de adrenalina cuando aparecían los grises y había que salir por patas. Aquellas manis eran divertidas aunque también un tanto arriesgada ya que podías acabar en los calabozos policiales y con un manojo de hostias, o aún peor si tenías antecedentes políticos contrarios al régimen. Pero este domingo pasado, después de tanto tiempo, estuve en la Plaza de la Constitución participando de la concentración en contra de la amnistía que propone Pedro Sánchez. Estaba organizada por el PP, cuando menos los mítines los dieron el alcalde, el presidente de la Junta y Nuñez Feijóo. Nada tengo que ver con el PP, pero el motivo por el que se hacía la concentración me llevó a estar junto a los miles de andaluces contrarios a semejante barbaridad.
Dicho lo dicho, tras la mani me puse a reflexionar y a hacerme preguntas. Si Sánchez dice ahora que la amnistía es constitucional ¿es que no se había leído antes la Constitución? Porque antes de las elecciones decía tajantemente que la amnistía no entraba dentro de ella. Y ahora, me pregunto ¿se la habrá leído? ¿Habrá entendido algo sobre lo que significa la dignidad de las personas, cuando leyó el artículo 10.1 de la Constitución que dice: “La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”? ¿Habrá leído el artículo 8.1? Porque si Sánchez considera que concederle la amnistía a unos delincuentes que ni siquiera sienten arrepentimiento por haber denigrado al conjunto de todos los españoles, burlado a la Justicia, conculcado el orden constitucional, malversado, maniobrado en contra de los intereses de España, etc., etc., es, como ha dicho, por el “interés de España en defensa de la convivencia de los españoles”, es él, más que Puigdemont y cía, quien está denigrando e insultando gravemente al pueblo español, además de estar comprometiendo el orden político y la paz social.
La amnistía significa borrar el delito, ¿por qué se le ha de borrar el delito a esos que lo cometieron? Y ¿por qué no a otros similares delincuentes? Si declarar la independencia y secesión de una parte del territorio de España es dar un golpe de Estado y se amnistía a esos golpistas ¿por qué no se incluye en la amnistía a todos los demás golpistas que en España han sido? Por ejemplo, a Tejero o hasta el mismísimo Franco. ¿Será porque ni Tejero ni Franco tienen los seis votos que necesita Sánchez para seguir en la Moncloa?
Y, aparte de todo eso, Pedro Sánchez no puede arrogarse la representación de los españoles, como Puigdemont no puede arrogarse la representación de los catalanes. No, señor Sánchez, por mucho que consiga seguir en la Moncloa a costa de vender la dignidad de los españoles, de denigrar a la Justicia, de tener de parte al Tribunal Constitucional, a la Fiscalía, o al CIS, a la mayoría de los españoles no nos representa porque es usted indigno, inmoral, jeta y antidemocrático, más bien es un remedo de dictadorzuelo bolivariano convencido de que España es usted y su interés es el interés de los españoles.
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