Españoles: Fraga ha vuelto

Control financiero de grupos mediáticos de comunicación a través de subvenciones y publicidad privada o institucional

02 de junio 2024 - 00:45

El espíritu de Manuel Fraga Iribarne, ministriño prodigio del tardofranquismo que hizo tan buenas migas con Fidel Castro se ha reencarnado en estos días de Desinformación y Turismo. A D. Manuel le cabía el Espasa en la cabeza y Galicia en el bolsillo de la chaqueta, metía miedo de lejos, hablaba muy rápido, viajaba con su almohada y gaitero oficial… inventó “Spain is different”, la red de Paradores enchufables y logró encontrar un bombín de su talla. También ató corto a los plumillas con una Ley de cartón piedra, prensa e imprenta allá por 1966. En nuestros días de petróleo y chapapote turístico está en boga monitorizar a los medios y firmas disidentes. ¿Recuerda el flequillo del delfín del fundador de Alianza Popular? Por entonces, Jorge Vestringe se retrataba con sonrisa borduria y gafas redondas como de maluto de Tintín. Del papel couché y claustro universitario evolucionó a consultorías bolivarianas, heredera borrada de la foto, como es habitual en las formaciones políticas que enarbolan la libertad para el pueblo, pero sin los catetos. Nos gobierna una mayoría que todavía no ha reformado la ley mordaza. Otros asuntos se trataron en las primeras Jornadas de Periodismo de Opinión que se faenaron en el chiquero cultural de la Malagueta del 23 al 25 de un revolucionado mayo. En esta cita cuyas conferencias puede revivir en youtube se buscaba “arrojar luz sobre la esencia misma de la subjetividad y el impacto de las opiniones en la construcción de nuestra realidad, como pone de manifiesto la influencia de grandes firmas, desde Julio Camba a Manuel Alcántara”. Pero salimos mohinos porque los estilistas barruntaban con pavor acerca de la creación de otro artefacto legal con un registro de profesionales, medios de comunicación y línea editorial. Control financiero de los grupos mediáticos de comunicación a través de subvenciones y publicidad privada o institucional. Sacrificar a las ovejas negras para salvarnos de bulos que enrarecen la convivencia. Y he aquí que los promotores más entusiastas de este mesianismo científico y big data materialista, corresponden al dictado de las minorías más descentradas que habitan en ambos extremos del sentir común. Los que alteran la convivencia cívica en Cenacheriland y en todas partes. Lo que le importa a la gente es el problema de su salud, vivienda aturística, futuro de la prole, si va a cobrar pensión o no. Si la IA nos va a mandar al paro o nos van a arrear otro impuestazo más. Otra cosa es la propaganda de farol y farola, ahora que llegan las elecciones más eurofeas.

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