Luis Chacón

'God save the Queen'

Quousque tandem

Isabel II, que sufrió muy joven la muerte de su padre, es un ejemplo de entrega al deber constitucional

07 de febrero 2022 - 01:40

Larga vida a nuestra noble reina es el segundo verso de God save the Queen. Y a fe mía que Isabel II la disfruta celebrando su Jubileo de Platino. Setenta años en el trono. Sólo tres reyes han ostentado la corona un período similar. Y ninguno -Luis XIV, Bhumibol de Tailandia o Juan II de Liechtenstein- como monarca constitucional. Desde el Acts of Union de 1707, tres mujeres -Ana, Victoria e Isabel II- y nueve hombres han ocupado el trono del Reino Unido. La mitad del tiempo se ha entonado el Dios salve a la Reina.

Isabel II ha despachado con catorce primeros ministros. Auténticas leyendas como sir Winston Churchill; grandes líderes, tanto tories -McMillan o Margaret Thatcher- como laboristas -Harold Wilson o Tony Blair- y un bufón llegado al Número 10 por una triste broma del destino: Boris Johnson. Ha departido con figuras como JFK, Reagan, De Gaulle, Indira Gandhi, Golda Meir, Angela Merkel o Gorbachov. Ha coincidido con siete Papas y catorce presidentes de EEUU, vio caer el Telón de Acero, disgregarse la URSS y hasta el propio Imperio Británico. Cuánto daríamos por leer sus Memorias, un diario o siquiera alguna breve semblanza que pudiera haber escrito sobre esos hechos o tan grandes personajes.

La reina, que sufrió muy joven la muerte de su padre es, sin duda, un ejemplo de entrega al deber constitucional exigido a su cargo. Siempre ha honrado el lugar que el Parlamentarismo y la democracia británica reserva a sus monarcas. Y lo ha cumplido escrupulosamente. En una emotiva carta al pueblo británico que firma como "vuestra servidora, Isabel" recuerda la promesa que hizo a la nación un lejano día de 1947. Aquel discurso, emitido por la BBC con motivo de su vigésimoprimer cumpleaños, ha sido siempre referente y guía de su actuación como reina. Tras la grave crisis constitucional provocada por el caprichoso y filonazi Duque de Windsor, el reinado de Jorge VI se vio marcado por la Segunda Guerra Mundial. La entonces Princesa de Gales emocionó a los británicos que sintieron en lo más profundo del corazón de aquella joven un compromiso personal de servicio al pueblo y entendió su lealtad al país como algo indeleble. Y así lo ha demostrado durante su largo reinado, no siempre exitoso. Pero si hay algo digno de encomio en ese compromiso es su optimismo cuando, a sus casi 96 años, finaliza la carta con el deseo de continuar sirviéndoles con todo su corazón. Dios salve a la Reina.

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