Político en cien días
Antonio Vargas Yáñez
Y si hubiera sido un mango
Ya no se pide con vehemencia para el Málaga a Loren Zúñiga, al que se ha utilizado como arma arrojadiza para dañar a terceros. No cabe la menor duda del talento del chico (que además de otros hitos y méritos, ya había marcado en Jaén a los nueve minutos en el partido más importante del curso para el filial y luego firmó dos tantos más para un hat-trick). Para algunos era un grito de auxilio, sincero, agarrarse a cualquier clavo ardiendo viendo la inoperancia blanquiazul en ataque. Con su flamante internacionalidad, con el 9 de España sub 19 en su espalda9 y una buena racha de goles, parecía que todos los caminos conducían a él. Sin embargo, muchos de los que pedían -casi exigían- su titularidad indiscutible en Segunda División no habían visto 90 minutos completos del muchacho en sus vidas. No era necesario. Golpeaban a Natxo mediante Loren para que la onda expansiva llegara al destino pretendido: la dirección deportiva. "¿Contra quién va ese elogio?" o algo así.
Antes de que Guede lo agitase todo, parecía que no había nadie más en la cantera. Ni en Martiricos. Ni casi en el mundo. Tres partidos más tarde, nadie le echó de menos en la convocatoria ante el Eibar, donde sí estaba esta última jornada Roberto, que además jugó y anduvo cerca de marcarRoberto. Y donde el Málaga perdió. Con la llegada del argentino se ha reactivado todo el mundo en el vestuario y los atacantes ya no parecen tan inoperantes. Vadillo, Antoñín, Brandon y Sekou han marcado. Funcionan. Loren, que sigue siendo igual de bueno y de prometedor que hace 20 días. Que hace siete. Ya no sirve como arma arrojadiza. Al menos no a través de Guede, al que nadie osaría cuestionar hoy.
Nadie le da valor al Málaga, por otro lado, por haber conseguido que se quedase en el club aun rechazando al mismísimo Real MadridReal Madrid y otro ramillete de pretendientes. De hecho, Loren era un futbolista al que Pellicer ya dio sus primeros minutos oficiales pero que con la llegada de José Alberto López perdió (o no se ganó) la posición aventajada en favor de Roberto, compañero en el juvenil y que en pretemporada le pasó por la derecha. Luego llegaron situaciones de fútbol: descontentos, juego de entornos, rachas, redención... Un proceso por el que casi todos deben pasar. Y no está mal, los jóvenes también tienen que aprender que el fútbol deja callo.
En mitad de la vorágine tampoco ayudó su entorno más cercano con declaraciones mal medidas. La falta de compás es el principal motivo de fracaso de los jugadores jóvenes, a los que se invita a subirse a la primera nube que pasa o se les trata de adelantar los procesos naturales. Loren va camino de ser lo que se conoce como un "pelotero caro", porque además tiene el gol en el ADN y eso no se aprende. No sería de extrañar que Guede le diese minutos en el tramo final de la temporada. Conviene recordar que el argentino cedió a Zúñiga al filial para una cita a vida o muertecedióZúñiga y el punta ha respondido con tres goles vitales, dos de ellos con 3-1 en contra y en los compases finales. De eso sabe Guede tela. Cuando sea el momento oportuno, que casi nunca llega cuando uno lo desea sino cuando le toca. Ahí, justamente, tendrá que estar listo.
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