La colmena
Magdalena Trillo
Noah
El triciclo
EN tiempos de crisis económica, con la moral de todo un país por los suelos, los ciudadanos anhelan líderes. Personajes con el suficiente coraje político para intentar guiar a una nación hacia la recuperación. En el mundo del deporte, ese personaje perfecto sería sin duda alguna Rafa Nadal. La política, en cambio, está huérfana de ese perfil humano con el que uno tanto se identifica. Aquí tenemos que soportar diariamente como los dos grandes líderes políticos de este país, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, socavan el escaso crédito que aún amasan. Tenemos que ver, en clave local, como el PSOE y el PP aprovechan cualquier resquicio para armar una bronca política para intentar salir en los medios de comunicación y así arañar un puñado de votos mezquino. Una de las lecciones que dejará esta crisis es el debilitamiento de la clase política, que se está traduciendo en el hundimiento del bipartidismo. Pero más allá de la esfera política, en Málaga tenemos ejemplos, y muchos, de auténticos líderes sociales. ¿Acaso no es una referencia Antonio Meléndez, el presidente de Ángeles de la Noche? Su trabajo, y el de toda esa asociación, es un ejemplo de compromiso social desde la explanada de Santo Domingo. Su última iniciativa ha sido impulsar una campaña en la que proponen donar 1 euro por cada ladrillo que se quiera aportar para construir un centro social en La Trinidad. En solo tres años, los voluntarios de los Ángeles Malagueños de la Noche han pasado de atender 500 personas diarias a unas 2.400. La demanda se ha incrementado un 400% y continúa al alza. Su ejemplo es el fiel reflejo de todas esas asociaciones que de forma anónima y casi sin recursos luchan por sacar a esta provincia de sus miserias económicas y del paro. El fiel exponente del voluntarismo, de ofrecer a cambio de nada.
Resultaría pueril intentar trasladar esa concepción de la vida a otras esferas, sobre todo la política, pero al menos esos políticos que luchan cada día desde sus trincheras y desde sus despachos se deberían dar un paseo por la explanada de Santo Domingo, o por tantas plazas de la ciudad, para aprender qué es eso del liderazgo.
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