Quizás
Mikel Lejarza
Toulouse
el prisma
POLITIFACT (Politihecho) es una web de Florida que vigila las promesas y afirmaciones de los políticos estadounidenses, sobre todo las comprobables con datos oficiales y científicos. La iniciativa, que clasifica las declaraciones de congresistas, senadores, gobernadores y el presidente Obama con las categorías verdadero, mayormente verdad, media verdad, dudosamente cierto, falso o mentira cochina, sigue también el cumplimiento de compromisos y señala cuándo alguien cambia de postura. En 2009 recibió el premio Pulitzer por su divertido y preciso control de la actividad política. Últimamente, la web está haciendo su agosto con la republicana Michele Bachmann, líder del ultraconservador Tea Party, que aspira a enfrentarse a Obama en 2012. Aunque cada vez que sale en un jardín es para meterse en otro, sin embargo le va bien en las encuestas, una incoherencia que hace tiempo dejó de sorprender. El sentido común de los ciudadanos está sobrevalorado. Y no sólo en EEUU. Recuerden que aquí Belén Esteban es una institución y que Silvio Berlusconi sigue siendo primer ministro italiano.
Bachmann, una negacionista de pro que rechaza tanto la teoría de la evolución de Darwin como que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero sean perjudiciales -en definitiva, una cretina practicante-, escogió el lunes su pueblo natal, Waterloo (Iowa), para presentar su candidatura. Lo hizo para demostrar que cuenta con el "mismo tipo de espíritu" de otro conocido hijo del municipio, John Wayne. Lástima que se tratara de John Wayne Gazy, un asesino en serie que mató a 33 jóvenes, conocido como el Payaso asesino y no del legendario Duque. Además de esa pifia que ha provocado la hilaridad general, Politifact analizó 23 declaraciones recientes de Bachmann y concluyó que sólo una era completamente verdadera. Siete eran mentiras cochinas, cuatro dudosamente ciertas y dos medias verdades.
Va siendo hora de crear algún mecanismo parecido en España, sobre todo en estas latitudes. El lunes, horas antes de que Bachmann hiciera el ridículo, la también conservadora Esperanza Oña, portavoz parlamentaria del PP andaluz y alcaldesa de Fuengirola, anunció un plan de austeridad para dejar de gastar 2,6 millones de euros. Los recortes afectarán sobre todo a personal, pero también a las inversiones. Lo que no contó la regidora, que la última Navidad pagó con cargo al presupuesto municipal 25.000 calendarios con sus doce fotos felicitando a los vecinos, es que su partido y el PSOE han pactado una vergonzosa subida salarial para los concejales del equipo de gobierno. Va del 22 al 60%. Politifact tendría que crear una categoría nueva para ella.
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