Anabel Calero

Parados crónicos

Tinta y borrones

20.8000 cordobeses llevan más de cuatro años sin empleo, esa sí es la batalla que hay que dar hasta el final

19 de septiembre 2018 - 01:43

Hay una pregunta que de vez en cuando nos hacemos entre los periodistas sobre si aquello de lo que estamos escribiendo se entiende, incluso de si es relevante o empezamos a perder la perspectiva cuando estás tan involucrado o viciado en un tema. Me gusta también preguntar a los que me aguantan y son ajenos a esta profesión y muchas veces te sitúan en el mundo, que va más allá de las cuatro paredes de Capitulares, de los informes de Intervención, hasta de la comisión de expertos y del debate sobre la titularidad de la Mezquita. El sábado nos desayunamos con el informe del comité que decía que la Iglesia nunca había sido propietaria de la Mezquita-Catedral y que se presentara un recurso al Tribunal Constitucional para revertir la inmatriculación del inmueble. Si soy sincera, nunca he tenido una postura a favor o en contra de la titularidad pública del monumento porque, la verdad, no creo que tenga todos los conocimientos jurídicos e históricos para hacerlo. Pero sí soy periodistas y desde ese punto de vista me atrevo a decir que el de la Mezquita es ese tema recurrente que aparece y desaparece en función de los intereses del político de turno. Y me atrevo también a opinar que, después de cinco años, si hubiera alguna posibilidad de que la titularidad de la Mezquita sea pública, ya se habría puesto en marcha desde las instancias oportunas.

Como periodista también creo que hay otro asunto relacionado con éste que siempre pasa a un segundo plano y que debería ser la prioridad. Reflexionar sobre el modelo de gestión del monumento y si está revirtiendo realmente en la ciudad - puede hacerlo más-, si puede tener un papel más activo en la cultura -y no sólo desde el punto de vista religioso. Y dialogar y llegar a acuerdos para ello, desde ese espíritu conciliador al que tanto se apela del ejemplo que fue la Mezquita.

Mientras una observa con cierta preocupación comentarios radicales -de uno y otro lado- en las redes sociales a cuenta de esta polémica, llega la noticia de que la crisis ha dejado una nueva categoría de parados, los crónicos, los que llevan más de cuatro años buscando un puesto de trabajo. 20.800 cordobeses están en esa situación, el triple que antes de la recesión. En un callejón sin salida en el que los políticos, ahí sí, tienen que batallar hasta el final para revertir la situación.

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