La ciudad y los días
Carlos Colón
Nacimientos y ayatolás laicistas
Al retorcer el diccionario te encuentras con polisemias: diferentes significados de la misma palabra. Por alucinar usted puede interpretar desde el engaño al encandilamiento. De la sorpresa y fascinación a la confusión pasmosa. Como las bocinas de los buques que ponen banda sonora a la cegata niebla vespertina. Pero lo de hoy amigo lector va de luceríos navideños, turismo, compras y pecadillos mundanos que los neotiesos corrientes disfrutamos mientras nuestros amados líderes se tiran pellas de barro a la cabeza y lo de Valencia sigue sin barrer. En el FIBES de Sevilla están reunidos unos miles de iluminados en un congreso que cae como maná lhotelero festivo. Tal como se las gastan por aquellas siglas los garitos de lucecitas en overbooking. Y es que no deja de sorprender que en un país como el nuestro con tanta canina energética a partir de diciembre nos dejemos la hijuela en leds de bajo consumo. Aún así, es un orgullo que los de Ximénez Iluminación, vecinos de Puente Genil, tengan poco de membrillos y estén llenando de colorines las calles del frío que no llega. Y créame que le da a uno un pellizquito de orgullo andaluz cuando ve las furgonetas y operarios de los cordobeses alegrar las capitales del mundo global. La cuestión es que llevo más días de la cuenta alucinado, hasta el punto de haber sido emboscado en la Puerta del Sol de Madrid en medio de una marea humana con gran dispositivo de jolgorio y seguridad monitorizada con drones. Pude escaparme de aquel marasmo papanoeliano antes de que un alcalde diminuto encendiera un abeto luceresco que casi tocaba el reloj que da las uvas en Nochevieja. Al día siguiente nuestro arcadevintage prendía los lariolines brilli brilli en Cenacheriland. Sume el efecto Blas Friday como dicen en los mercadillos y ya dispone de la rebelión consumista de las masas. Como dice la consigna del tendero no vayas más allá que ya te engañamos aquí. Turismo, hostelería, comercio, trufado con cultura pop y empresas tecnológicas Madrid y Málaga van a todo trolley. Esto es lo que hay. Es nuestro petróleo. Si piensa que la economía viajera se nos está yendo de las manos prepare las maletas. Además de apartamentos turísticos vienen legiones viejenials vía Imserso de jauja. Escapaditas todo incluido donde los boomers no tienen que hacer la cama y almuerzan a toque de fagina satisfyer. Somos líderes mundiales en hospitalidad efímera;-)
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