Asesino de familias y niños

Leo:pakitohay que recordar –porque de memoria histórica remota franquista andamos tan fuertes como cortos de memoria reciente etarra– que el 11 de diciembre de 1987 la banda terrorista ETA atentó con un coche bomba cargado con 250 kilos de amonal contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Los agentes que estaban de guardia se percataron del estacionamiento sospechoso del coche, pero no tuvieron tiempo de avisar. Activado el coche bomba por control remoto, la explosión destrozó la casa cuartel en la que en ese momento –eran las seis y diez de la mañana– dormían cuarenta familias, provocando el derrumbamiento de sus cuatro plantas y con ello asesinando a once personas, seis de ellas menores de edad, e hiriendo a otras ochenta y ocho.

Los asesinados son personas con nombres, apellidos y lazos familiares: el sargento de la Guardia Civil José Pino Arriero, su mujer María del Carmen Fernández Muñoz y la hija de ambos Silvia Pino Fernández, de siete años; el cabo de la Guardia Civil José Ballarín Gavá y su hija de seis años Silvia Ballarín Gay; el guardia civil Emilio Capilla Tocado, su mujer María Dolores Franco Muñoz y la hija de ambos Rocío Capilla Franco, de doce años; las gemelas de tres años Miriam y Esther Barrera Alcaraz; y el joven de diecisiete años Ángel Alcaraz Martos. Es importante recordar sus nombres. Y esperar que, como ha pedido la AVT, por tercera vez la Audiencia Nacional deniegue la medida.