La colmena
Magdalena Trillo
Noah
Luces y sombras
UNA vez más ha sido el alcalde de Málaga el que esta semana se ha pronunciado con más contundencia para reclamar a su partido que designe cuanto antes al candidato a la presidencia de la Junta. No me considero un experto en psicología delatorriana aunque con los años de trabajo periodístico junto a este personaje público tampoco puedo admitir que sea neófito en esta materia.
A Francisco de la Torre le interesa de poco a nada los asuntos ligados a la autonomía andaluza así que no creo que su postura de martillo pilón obedezca a una preocupación real por que el PP encuentre a un líder para Andalucía. Sospecho que o participa en alguna estrategia por algún pacto interno, algo improbable por su afán de volar en libertad, o su insistencia responde a un comportamiento más sibilino, más acorde con su personalidad.
No creo que le haga gracia alguna que el alcalde de Sevilla ostente a su vez el cargo de presidente regional del PP y menos que pudiera compatibilizar los puestos con el de aspirante a la presidencia del Gobierno andaluz. Así que como sabe que Juan Ignacio Zoido quiere a toda costa conservar el sillón municipal sevillano y que indefectiblemente deberá elegir entre las dos opciones soy de la opinión de que el alcalde malagueño intenta acelerar esa designación para terminar con ese status quo que le incomoda. Quiere igualdad de condiciones entre los dos regidores por si ambos deben defienden intereses que pueden colisionar. De ahí el eufemismo de recordarle a Zoido que para desempeñar los dos cargos debe sentir el mismo amor por Andalucía que por Sevilla.
Pero la incursión del munícipe malagueño no deja de reflejar una realidad: los populares andaluces carecen de una auténtica cabeza desde la marcha obligada de Arenas. Y ahí está ese listado interminable de candidatos a la vacante. José Luis Sanz, Carlos Rojas, Carmen Crespo, José Antonio Nieto o el malagueño Juanma Moreno Bonilla. Sin obviar al ministro y principal favorito Miguel Arias Cañete y, por supuesto, al propio Zoido.
El PP ha sido capaz de encontrar líderes de muy diverso registro político para dirigir los destinos de las principales ciudades de Andalucía. Basta el ejemplo de Málaga. El citado De la Torre, Esperanza Oña, Ángeles Muñoz, Pedro Fernández Montes, Ángel Nozal, Francis Salado, José Alberto Armijo, García Urbano, Mari Paz Fernández o Manuel Barón conforman una amplia gama de estilos de gobierno con gran refrendo ciudadano hasta hoy. Incluso es difícil entender que quepan ideológicamente en el mismo partido. Pero esta misma formación carece ahora mismo de banquillo para articular una alternativa a corto plazo para desbancar a la izquierda. Y ha preferido ganar tiempo con un presidente de transición.
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