12 de julio 2024 - 03:06

Ante mi sorpresa, fui invitado para dar el pregón de la Virgen del Carmen el próximo día 15, uno de los muchos pregones que se pregonarán a lo largo de nuestra geografía.

Luego me llegó la incertidumbre, ya que yo no soy tan religioso, ni tan practicante y mi creencia es particular. La mayoría acude a la iglesia en bautizos, entierros, bodas y comuniones. Seamos sinceros. La propuesta se basó en razones emocionales, ya que por aquellos lares soy bien apreciado y la novela Por la carne estremecida se desarrolla en aquel asombroso entorno. Lo del profeta y su tierra a veces se desmiente.

En primer lugar, como decía Susanna Tamaro, me dejé llevar por el corazón y la añoranza. Es lo único que pude perfilar un discurso y, seguramente, sea más auténtico que aquel que se base exclusivamente en la razón. Además, la fe y la razón son enemigas acérrimas.

La parte histórica es mucho más fácil y elocuente.

Me tenía un poco desconcertado la idea de que la veneración de la Virgen del Carmen surgiera en el interior -El monte Carmelo al Norte de Israel- y terminara siendo la patrona de navegantes, marinos y pescadores, desplazando al antiguo patrón, San Telmo. La idea es bien sencilla: tal fue su simpatía y veneración que fue extendiéndose por toda España y América. A la Virgen, en la Edad Media, se la relacionaba con una estrella del mar (Stella Maris). Los marineros y navegantes se orientaban por la estrellas para ser guiados a buen puerto. El hecho de acompañar a la imagen unas evidentes estrellas podría ser la razón. Sin embargo, muchísimas vírgenes adoptan este símbolo. Ocurrió que el almirante Antonio Barceló adoptó esta imagen para ser la patrona de sus tropas y navegantes. Estamos en el siglo XVIII. He ahí el quid. Pero por qué precisamente la Virgen del Carmen. Cuenta la leyenda que muchos siglos atrás, a San Simón Stock, prior de la orden del Carmelo, se le apareció la Virgen y le ofreció su escapulario para que se salvara antes de morir. Es por lo que también la Virgen del Carmen acude al Purgatorio para amparar a los pecadores y “guiarlos a buen puerto”: Cristo y la Salvación. También se celebra durante la noche de difuntos. Ahora todo encaja.

No me dirán ustedes que esto, se crea o no, no es realmente una leyenda preciosa.

Así pues, acepté la invitación a ser el pregonero. Todo empezó a tener sentido. Espero aclarar sus dudas y que disfruten la próxima celebración de nuestra hermosa Virgen por toda España, en especial por nuestra incomparable Costa del Sol y Guadix, mi ciudad natal.

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