La Rayuela
Lola Quero
Nadal ya no es de este tiempo
Este Zoco cierra el mes de agosto. Aunque, si lo desea, se lo puede quedar Sánchez para rematar el mercadeo de competencias del Estado a cambio de votos con los independentistas catalanes. Pero, ya saben, lo hace por la convivencia entre España y Cataluña. Cuando llegue septiembre todo será maravilloso, mientras tanto a ver que pájaro se saca Sánchez de la chistera. El trilero juega con tres cartas: a) Si le cede los impuestos estatales a la Agencia Tributaria Catalana (ATC) podrá investir “president” a Illa con el apoyo de ERC, pero perderá los votos de “Junts per cat” en Madrid y se quedará sin presupuestos que llevarse a la boca; b) Si no consigue el apoyo de ERC, en Cataluña irán a unas nuevas elecciones, pero ¡ojo!, con posibilidades de que se presenten en bloque todos los independentistas. En Madrid se puede quedar sin los apoyos de Junt y Esquerra, y c) Puede investir a Puigdemont como president de la Generalitat, tendrá sus votos en Madrid, pero tendrá que mandar a Illa a freír monas y no evitará tener que ceder los impuestos estatales a Cataluña, porque en el Parlamento español Sánchez seguirá siendo prisionero de esos votos.
Si alguien cree que Pedro Sánchez no jugará ninguna de estas cartas, disolverá las cámaras y convocará elecciones estatales, que vaya al neurólogo porque tiene graves síntomas de padecer alzeimer y no recuerda las veces que el presidente nos ha mentido descaradamente a todos los españoles, ha cambiado el código penal para favorecer a los suyos, ha acaparado las instituciones del estado como vulgar dictadorzuelo (¿Se imaginan a Tezanos al frente de la Junta Electoral Central?) y ha gobernado con prácticas antidemocráticas, saltándose informes preceptivos, utilizando decretos leyes por la vía de urgencia, metiendo temas imprevistos en la aprobación de dichos decretos, etc. etc.
En el caso que nos ocupa de la cesión de los tributos estatales a Cataluña, esto es lo que han dicho los agentes tributarios: “En noviembre de 2023 se firmó un acuerdo entre PSOE y JUNTS en el que se contemplaba la cesión a Cataluña del 100% de los impuestos recaudados en Cataluña. Dicha situación no está contemplada ni en la Constitución, ni en el propio Estatuto de Autonomía de Cataluña, ni en la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas), ni en otras normas, como la ley de creación de la propia AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria). La independencia fiscal de Cataluña conllevaría el incumplimiento de los principios constitucionales de igualdad, capacidad económica, de solidaridad y de garantía de servicios públicos mínimos”.
¿Qué ocurrirá si se fracciona la AEAT?: Se produciría la paradoja de que los residentes en Cataluña se quedarían fuera de la acción de la Agencia Estatal en cuanto al pago de sus impuestos, mientras que las rentas que dan lugar a dichos impuestos la pueden generar en cualquier lugar del Estado. La única forma de que no se produzca un agravio comparativo, rompiendo la unidad de la caja recaudatoria para su reparto justo y solidario, sería rompiendo también la unidad de mercado, ya que gran parte de los beneficios, que generan el dinero recaudado con los impuestos, se producen en los mercados de las demás autonomías. Evidentemente, para compensar, éstas deberían gravar los productos procedentes de Cataluña.
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