Cerdalíes y jabalpuercos

06 de octubre 2024 - 03:08

Días de asar castañas con terral. Espíritu aventurero de Jeremiah Jhonson. El trampero del Yukon. Aquí esperando lluvias. Como las piaras de marranas y verracos silvestres que pululan por las tierras altas del Limonar. Mientras nos instalan la fábrica en el PTA, a falta de chips, pigs. Nuevos okupas de colmillo retorcido que meten el hocico en los cubos de basura y las piscinas de las urbanizaciones privadas. Aquellas donde las chicas de Radio Futura, abuelas hoy, broncean su celulitis al sol. Hace falta valor, hace falta valor ven a la escuela de calor y verás a cazadores con arcos de polea. Una gazmoñada si la comparas con el homérico arco de Ulises. Total, que volvemos a los tiempos neandertales para cazar como en los días de bisonte y ritos. Los cochinos son bastante promiscuos y no han dudado en aparearse con jabalpuercos de calidad en su mesa. Total, que ha surgido una variante híbrida de gochos educados en el desparpajo. Se buscan la vida y hocican ladera abajo. Cerdalíes les llaman a los chanchos de estas camadas. Están a punto de empadronarse. Claro signo de oportunismo y preferencia por la comida chatarra. Jabalí es el calificativo de la II República con el que se señalaba a parlamentarios broncos, es decir animales presuntamente racionales y bocones, que asaltaban el tren de la convivencia. Acá unos se quejan por el océano de asfalto radiante y los que viven en las ajardinadas y selváticas afueras claman por la invasión de rayones con triquinosis. Los que peinamos bisoñé de burro estamos avisados del peligro. Mucho respeto por los guarros y derrotes de rosados cerditos Babe, que por mucha película ternesca, los marranos de un bocado te pueden amputar lo que trinquen. Por muy animalista que se sea estamos cicatrizados con desastres de safari keniata. Buenistas y zarpazos león. Envites de elefantes cabreados. Recuerde a Tippi Hedren , madre de Melanie Griffith y ex suegra de Antonio Banderas. Tippi no escarmentada con el rodaje de Los Pájaros de Alfred Hitchosk, en su reserva doméstica convivió entre ronroneos y zarpazos de fiera. Leones de carne e instinto, no como el despojo de circo que amarró con cadena Manuel Summers, para dar sustos en la descacharrante ¡To er mundo e güeno! Los jabalíes, cerdalíes o cerdalías, son una anécdota más en la Cenacheriland de las mil torres, zanjas y turistísimas leyendas para la posteridad;-)

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