Cofradía Carpe Diem

06 de abril 2025 - 03:08

Los ciclos de crisis del parné se acortan. A los siete años de vacas gordas y otros tantos de hambruna, desde el Antiguo Testamento, cada nueva catarsis económica nos deja más ojipláticos. Esto se parece a las temporadas de una serie de thriller. Toca ser expertos en exportaciones. Las cosas de los aranceles y el revolcón gringo. Si la cosa agropecuaria ya está delicada y más o menos la industria agroalimentaria contaba con los papeles en regla para exportar a los Estados Unidos de Donald Trump, llegó el hombre naranja con el garrote al hombro. Vaya añito que llevamos. Allende el Mare Nostrum todo muy berberisco: la guerra de Ucrania, lo de Gaza, que si nos tenemos que dejar la hijuela en armamento y la puntilla de los nuevos pontazgos propios de la edad media. Sume la carestía de la vivienda, los precios de los alquileres y la cesta de la compra…penas congénitas de medio pensionistas. Es como revivir las tiras cómicas de Mafalda del gran Quino. Vamos que el mundo siempre ha estado igual de revuelto pero a la vejez sienta peor. Es la táctica del miedo y la teoría del shock. Grandes espantos. Un puñetazo en el tablero de parchís que hace saltar las fichas de colores por el aire. Un volver a empezar con reglas y jugadores nuevos.Tras tantos vaivenes a cuestas tenemos canguelo. Con cada meneo imprevisto suelen incorporarse novedades productivas que alteran más el panorama. Vamos que no hay vuelta atrás. Que nada será igual. La inteligencia artificial generativa va a dar una vuelta de tuerca más a todos los empleos. Es el jugador tapado que entra en la próxima partida. En Cenacheriland lo hemos apostado casi todo al turismo. Un sector terciario muy sensible a la renta disponible. Si con la inflación el consumo se retrae, imagine con la incertidumbre que es la mayor enemiga de la alegría de gastar, aunque queda la esperanza de la populosa cofradía del carpe diem. En teoría nos hemos preparado para un dulce futuro torrija. Destino cultural de calidad y lujo, creación de empresas, innovación, universidades…Ahora nos amenazan con unos cambios que además de climáticos, vienen con tiesura borrascosa. Afortunadamente el mundo es muy grande y siempre hay genial inventiva para buscarnos la vida. Eso sí, cada calambrazo de estos siempre lo aprovechan para apretarnos los impuestos y las libertades. Meternos en el redil. A río revuelto, ganancia de politicastros juegavivo.

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