La Constitución, D. E. P.

02 de julio 2024 - 03:06

Ha llegado julio, por César, que junto con agosto, por Augusto, son los meses vacacionales e imperiales por excelencia. Ha ya mucho tiempo que el ánimo se me soliviantaba y la alegría me embargaba por ello. Eran los meses de mis vacaciones y mis viajes. Era entonces una época de paz y tranquilidad. Ahora la preocupación no ceja y la política me entristece. Cada vez veo más claro que mi vida, por imperativo de la edad, va acercándose a la meta y va a ser capicúa. Nací en una dictadura y voy a morir en otra. La Constitución está herida de muerte y con ella la democracia. La Carta Magna se interpreta según criterios partidistas. Es constitucional todo aquello que al Gobierno le interesa que lo sea. La Amnistía, según él, era inconstitucional hasta que necesitó los votos Puigdemont. El Tribunal Constitucional, encargado de emitir sentencias sobre si las leyes o normas emanadas de los distintos poderes legislativos son conforme a la Constitución, es de mayoría adscrita al PSOE, o sea al Gobierno, con lo que sus sentencias son tan sesgadas e interesadas que hasta la Generalitat se las pasa por el arco del triunfo cada vez que quiere. Y no solo eso, sino que se atreve a convertirse en tribunal, juzgando a jueces y tribunales de justicia. Ahora corrige las sentencias del Supremo o de las Audiencias. si no son del gusto del Gobierno, o para favorecer a sus compinches de la izquierda y/o secesionistas. Corregir las sentencias dictadas por los tribunales en el caso sobre los ERES en Andalucía pudiera parecer un presunto delito de cohecho. El TC no es competente para juzgar, lo es tan solo para dictaminar si algo es acorde o no con la norma constitucional. De hecho no tiene capacidad coercitiva, ni policía a sus órdenes.

También enturbia el ánimo y el descanso las movidas que hay con otros problemas, como por ejemplo el de la vivienda. Y uno, después de medio siglo dedicado, como alto ejecutivo empresarial, a la promoción y construcción de miles de ellas, se queda pasmado ante las peregrinas, desde mi humilde opinión, ideas que se barajan como solución. Miren, si mañana todas las viviendas turísticas del centro salieran al mercado de alquiler, solo podrían alquilarlas aquellos cuyas rentas fuesen privilegiadas, y si saliesen a la venta, solo los que tuviesen capacidad económica cercana al millón de euros, podrían adquirirlas. El problema se creó hace un cuarto de siglo. El déficit de viviendas, especialmente de VPO, viene arrastrándose desde 2003 cuando la Junta del PSOE aprobó la LOUA (Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía) que paralizó todos los Planes Generales de todas las ciudades de la Comunidad Autónoma. Todo viene de esa concepción ideológica aberrante, sin pies ni cabeza, que ha tenido la izquierda siempre sobre el suelo, la vivienda y la construcción en general.

Cuánto echo de menos aquellos “días del alción”. Quiero decir aquellos días de paz de entonces. En la mitología griega. Alción era hija de Eolo, el dios de los vientos, y se casó con Ceice, el hijo del Lucero del Alba. Cuando éste pereció en un tormentoso naufragio, ella desesperada se arrojó al mar y se ahogó. Zeus se apiadó de ellos y los resucitó convertidos en aves, en martín pescador exactamente. Desde entonces, en la época que Alción incuba sus huevos en su nido que construye sobre las rocas a orillas del mar, Eolo deja de soplar para que reine la calma. Son los días del alción.

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