El día de la croqueta

El balcón

La sesión quincenal de control al Gobierno regional en el Parlamento andaluz se ha convertido en el día de la croqueta. El presidente da vueltas sobre sí mismo, sin parar. Por un lado, presume; se envuelve en su moderación. Por el otro, se ofende sorprendido ante reproches de oposición tan minoritaria, vista desde su mayoría tan absoluta. Es una adaptación personal del repetitivo día de la marmota. Lo que no hizo Moreno Bonilla el jueves es contestar a las preguntas que le hicieron. Si Inmaculada Nieto (IU) interpela al presidente por la emergencia sanitaria que vive Andalucía, la falta de vivienda, las carencias de servicios en el mundo rural o la corrupción en el SAS, él alega que cómo se atreve a hablar quien está en un Gobierno cuyo presidente tiene imputados a su hermano, a su mujer y “a un exministro como es Koldo”. Sí, “Koldo, exministro”, literal; cuando el presidente hace indignado la croqueta, se aturrulla y liga mal la bechamel.

Si José Ignacio García le critica que recurra ante el Constitucional la ley de reparto de niños inmigrantes, la de impuestos a grandes fortunas, la de la vivienda y la de amnistía, él contesta que el diputado de Adelante está de parte de Puigdemont y no es andalucista. (Aunque sea novicio en la materia, el presidente reparte carnés de andalucismo en sus días de la croqueta). Al único que atiende por derecho es a Vox. Si Gavira le dice que los aranceles de Trump no son el problema y le echa en cara el Pacto Verde europeo, la Agenda 2030 o el acuerdo con Mercosur, se deshace en pretextos: la rapidez del pacto verde fue un error, el campo necesita más recursos para la transición, faltan cláusulas espejo para competidores foráneos…

Con la portavoz socialista recupera el regate. Hay un cambio rápido de balón de un pie a otro, patentado por Laudrup e Isco, que Iniesta bautizó como “croqueta”. María Márquez se interesa por sus conversaciones con los cuatro gerentes del SAS imputados por corrupción y recuerda los miles de manifestantes contra la precariedad en la sanidad pública. Y Moreno se enfurece de que María Jesús Montero cogiera la pancarta en la manifestación convocada por los sindicatos en Sevilla porque cuando era consejera acortó en 1.500 millones el presupuesto sanitario y redujo en 7.700 personas la plantilla del SAS.

Nieto retrató la obsesión por el autobombo del presidente: “usted se dedica a los premios, los eventos, las galas y la agenda folklórica”. Y citó el informe del Consejo Profesional de la RTVA del último semestre: el 40% de la información política en Canal Sur ha sido sobre Moreno. Hay ejemplos de telediarios insólitos: el 28 de marzo dan una exposición de Snoopy en París y eluden la entrega de 100.000 firmas a la Presidencia por el deterioro de la sanidad, o el 16 de enero hay diez veces más tiempo al Día de la Croqueta que a la presencia ante el juez de Alberto González Amador. Definitivamente, el día de la croqueta es marca del nuevo régimen.

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